Ver lo bueno

Adelita frunció el ceño al ver la televisión. El viento azotaba en el video de noticias que salía en la pantalla. La niña tembló cuando el viento derribó un árbol y lo hizo caer en una casa. El reportero del noticiero no parecía estar asustado, pero a Adelita no le gustaba lo que veía.

—Oh, no —la niña se tapó los ojos cuando el reportero dejó de hablar sobre el tornado para informar sobre un robo.

—¡Adelita! —su abuelo se oía sorprendido—. No sabía que estabas aquí —ella escuchó el chirrido de su mecedora, quitó sus manos de la cara y miró la televisión. Ahora estaba en blanco, así que dejó salir un suspiro de alivio.

El abuelo apuntó hacia la puerta.

—No necesitamos ver eso. Vayamos afuera y enfoquémonos en algo bueno.

Adelita salió al jardín y sonrió cuando el abuelo la hizo detenerse a oler su rosal favorito. Todo parecía más feliz lejos de la televisión.

—Nuestros vecinos trajeron a casa un nuevo bebé —le contó el abuelo—. Se ve tan pequeñito como lo eras tú cuando naciste —el anciano señaló la calle—. Todo el día la gente ha salido y ha regresado a sus casas, trayendo comida y regalos.

El abuelo le mostró a su nieto un sembrío de caléndulas.

—Siempre me ha parecido que esas flores se ven como pequeños soles alegres.

—Es verdad —Adelita sonrió otra vez.

—Quiero que recuerdes una cosa —el abuelo se agachó para acariciar al perro del vecino, que se había metido en su jardín—. Todas las cosas que ves en la televisión, todas esas cosas tan oscuras, aun si están ocurriendo en este momento, también están ocurriendo cosas buenas. No deberíamos enfocarnos en lo malo e ignorar lo bueno.

—Pero ¿por qué informan sobre todas esas cosas? —preguntó Adelita—. ¿Por qué tú ves las noticias?

—Me gusta saber lo que está pasando en el mundo —aseguró el abuelo—. Quiero saber cómo puedo orar por las personas que sufren. Pero no me quedo tan atrapado en eso como para olvidarme que Dios sigue siendo bueno y que siempre nos bendice. Debemos ver la belleza en el mundo y no solo lo malo. Tenemos que recordar que Jesús nos ama y que Él murió y resucitó para salvar al mundo. Debemos confiar en que Dios está trabajando en Su plan de arreglar todas las cosas un día —el anciano movió los brazos—. Todo esto, la naturaleza y las personas que viven a mi alrededor me recuerdan que Dios es bueno.

EMILY ACKER

DIOS ES BUENO

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 145:9 (NTV)

EL SEÑOR ES BUENO CON TODOS; DESBORDA COMPASIÓN SOBRE TODA SU CREACIÓN.

¿Alguna vez has sentido tristeza o miedo al ver las noticias? Puede ser difícil oír de todas las cosas malas que ocurren en el mundo, pero recuerda que también están ocurriendo cosas buenas. Dios nos ama tanto que envió a Su Hijo a morir por nosotros, y está trabajando en el mundo. El Señor llena nuestras vidas con cosas buenas y promete que terminará con el pecado y el sufrimiento para siempre, algún día. No olvides que Él es bueno, y disfruta de Sus bendiciones que te rodean por todos lados.

Clave de Hoy
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