Claudio da las gracias

—¡Qué día tan genial! —le comentó Claudio a su papá después de despedirse de sus amigos en el parque.

Se habían unido a otras familias para pasar un tiempo de diversión. Los dos mejores amigos de Claudio, Aldo y Arlo, también estuvieron ahí. Mientras Claudio y su padre caminaban hacia la vereda, notaron que un camión de helado estaba estacionado allí.

—¡Por favor, papá! —rogó el niño—. ¡Solo por hoy!

Papá sonrió.

—Claro, solo esta vez.

Él le entregó dinero a su hijo y Claudio corrió al camión para pedir su golosina favorita: la barra de pastel de fresas. Ansioso quitó la envoltura y le dio un mordisco, mientras el camión de los helados se alejaba. En ese momento, el niño se tropezó con el borde de la vereda. El delicioso postre se le cayó de las manos y cayó en la tierra.

—¡No! —gritó Claudio. Sabía que no podía rescatarlo y se puso a llorar.

—Lo siento, hijo. Quisiera poder comprarte otro helado, pero el camión se fue.

El padre abrazó a su hijo y después recogió el helado sucio para tirarlo en la basura. Mientras caminaban a su casa, Claudio dijo:

—Papá, hoy me divertí hasta que se me cayó mi helado. Eso me arruinó todo el día.

—Sé que el helado arruinado fue una decepción para ti, pero ¿en serio arruinó todo tu día?

—Tal vez —contestó Claudio.

—Hijo, ¿recuerdas que el verano pasado confiaste en Jesús para que perdone tus pecados y sea tu Salvador? —le preguntó su padre. El niño asintió—. Bueno, ahora eres hijo de Dios, ¿y sabes lo que Él quiere para Sus hijos?

—¿Qué, papá?

—Él quiere que seamos agradecidos. El Señor nos dice que demos gracias en todas las situaciones.

—¡No estoy agradecido por haber tirado mi helado! —anunció Claudio.

—No tienes que estarlo, hijo. Dios nos dice que estemos agradecidos en todo, no por todo. Cuando recordamos que Jesús nos salvó y que nos promete vida eterna, podemos estar agradecidos por el gozo y la esperanza que tenemos en Él, aun cuando suceden cosas malas. Y también podemos darle gracias a Dios por las cosas buenas en nuestras vidas. ¿Puedes pensar en algo que haya pasado hoy por lo que quisieras dar gracias al Señor?

—¡Sí! Mis amigos, Arlo y Aldo; el juego de pelota en el parque; y una cosa más, papá.

—¿Qué cosa?

—¡Estoy agradecido porque tenemos más helado en la casa!

ALLISON WILSON LEE

SIEMPRE PUEDES DAR GRACIAS A DIOS

VERSÍCULO CLAVE: 1 TESALONICENSES 5:18

DEN GRACIAS EN TODO, PORQUE ESTA ES LA VOLUNTAD DE DIOS PARA USTEDES EN CRISTO JESÚS.

¿Hay veces que te cuesta darle gracias a Dios? Aun cuando nos sintamos frustrados o tristes, siempre podemos encontrar razones para decirle gracias al Señor. No tenemos que estar agradecidos por las cosas que nos dan miedo o por lo malo que sucede, pero, cuando recordamos que Jesús murió por nosotros para que podamos tener vida eterna con Él, podemos aprender a ser agradecidos en todas las situaciones, incluso las difíciles.