Tan dependientes
Lope estaba emocionado por pasar tiempo con su tía. Desde el nacimiento de su nueva primita, ya casi no la veía.
—Empecemos con los trucos de cartas —sugirió la tía Eliana—. ¿Dónde puse mis naipes?
Había cosas de bebé por todos lados. Lope ayudó a su tía a buscar y, finalmente, encontraron un mazo de cartas bajo una jirafa de peluche. La tía Eliana estaba sacando las barajas de la caja cuando escucharon el llanto de un bebé por el pasillo. Ella se puso de pie.
—Esa es Romina.
Lope barajó las cartas mientras esperaba a su tía. Su hermana iba a tener pronto su fiesta de cumpleaños, y quería sorprender a los invitados con los trucos que su tía le podría enseñar.
—Necesita comer. Lo siento.
La tía Eliana regresó, se sentó y puso un biberón en la boca de la bebita que lloraba en sus brazos.
Lope esperó hasta que su primita terminara de comer y su tía la cargara mientras le daba golpecitos en la espalda. Esperó a que su tía Eliana cambiara el pañal de la bebé y vio cómo ella la acostaba en el moisés.
—Mira cómo tu mami impresionará a tu primo con los trucos de cartas, ¿bueno? —la tía Eliana regresó donde estaba Lope. Estaba a punto de hacer un truco cuando Romina empezó a llorar otra vez. La tía dejó caer las barajas—. Tal vez tenga un eructo atorado.
—¿Necesita ayuda para eructar? —Lope observó cómo su tía cargaba a la bebé y empezaba a darle palmadas nuevamente en la espalda—. Nunca aprenderé este truco.
—Los bebés necesitan mucho de nosotros —explicó la tía Eliana—. Estaba conversando de eso con tu abuelita. Ella me recordó que así somos con Dios. Primero necesitamos que Jesús nos salve del pecado y nos dé nueva vida en Él —la tía se sentó—. Después necesitamos Su perdón cuando no escuchamos lo que Él dice. Necesitamos Su protección. Necesitamos Su ánimo. Necesitamos Su paz, Su gozo y la esperanza que nos ofrece…
—¿No crees que Él se cansa de que seamos tan dependientes? —preguntó Lope.
Su tía negó con la cabeza.
—¡Jamás! —Romina se había tranquilizado en sus brazos y ella miró a Lope con una sonrisa—. ¿Sabes qué necesita ahora? A su primo —ella se acercó y puso a la bebé en los brazos estirados de su sobrino, quien la sostuvo con mucho cuidado.
EMILY ACKER
CONFÍA EN QUE DIOS SUPLIRÁ TUS NECESIDADES
VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 4:19
MI DIOS PROVEERÁ A TODAS SUS NECESIDADES, CONFORME A SUS RIQUEZAS EN GLORIA EN CRISTO JESÚS.
¿Conoces a algún bebé que siempre necesita algo de ti y de los adultos que te rodean? Los bebés no pueden hacer nada por sí mismos, son dependientes de los demás para que cuiden de ellos y les den lo que necesitan. Y nosotros necesitamos que Dios cuide de nosotros. Él siempre es paciente y nunca se cansa de ayudarte con tus necesidades. Lleva tus problemas y preocupaciones delante del Señor en oración y confía en que Él cuidará de ti.