Una promesa es una promesa

“El clima está tan cálido y soleado hoy que desearía que podamos ir a la playa”, comentó Keren durante el desayuno.

“¡Qué buena idea!”, exclamó papá, y su madre asintió.  “Vamos en la tarde.  Podemos llevar comida y quedarnos hasta ver la puesta del sol.  Podemos planear en salir enseguida, después que llegue del trabajo”.

“¡Qué bien!”  Keren le dio un fuerte abrazo a su padre cuando se levantó para salir.

Cuando la niña regresó a la casa de la escuela, mamá le tenía noticias decepcionantes.  “Lo siento, hijita, pero no podemos ir hoy a la playa.  Tu papá llamó y dijo que debe terminar un proyecto importante para mañana en la tarde.  Todo estaba saliendo bien, pero su computadora se averió y perdió parte del trabajo, así que tiene que hacerlo otra vez.  Vamos a tener que posponer la playa para otro día”.

La expresión de Keren decayó.  “Pero…  ¡No es justo!  Papá dijo que podíamos ir”.

“Él lo planeó así, pero ahora debe trabajar hasta tarde”, le explicó su madre.  “Su jefe y compañeros de trabajo necesitan que termine su parte del proyecto”.

“¡Pero lo prometió!”, lloriqueó Keren.  “¡Y una promesa es una promesa!”

“Espera”, indicó mamá.  “Él no prometió nada.  Dijo que podíamos planificarlo.  Cuando las circunstancias cambian, a veces es difícil o incluso imposible llevar a cabo nuestros planes”.

Keren se dejó caer en una silla.  “Pero esperé todo el día para ir a la playa”.

Su madre acercó otra silla para sentarse junto a su hija.  “Sé que es decepcionante, hija.  Tu padre y yo también estamos decepcionados”.

Keren suspiró.  “Sé que papá iría si pudiera.  Y siento mucho que tenga que hacer todo ese trabajo otra vez”.

Mamá asintió.  “Cuando los planes no salen como queremos, debemos recordar que Dios tiene el control.  La Biblia nos dice que siempre debemos estar conscientes de que nuestros planes quizá no sean la voluntad de Dios y, por lo tanto, tenemos que estar dispuestos a someternos a Él.  Podemos confiar en Él, aun cuando las cosas no salen según el plan, porque somos parte de un plan mayor y mejor, de un plan para salvarnos y redimir el mundo algún día.  Dios nos promete que Su plan para nuestras vidas es bueno, y esa sí es una promesa en la que puedes confiar”.  —  LINDA M. WEDDLE

ACEPTA LOS CAMBIOS DE PLANES

VERSÍCULO CLAVE: SANTIAGO 4:15

DEBIERAN DECIR: SI EL SEÑOR QUIERE, VIVIREMOS Y HAREMOS ESTO O AQUELLO.

Cuando sucede algo que cambia los planes, ¿tienes una buena actitud al respecto?  Solo Dios sabe lo que traerá el futuro, así que ten cuidado de no depender mucho de tus propios planes.  A pesar de que es decepcionante cuando no puedes hacer algo que habías planeado, confía en que Dios usará cada día de tu vida en Su grandioso plan de salvación.  Él te ama y promete hacer lo mejor.

Clave de Hoy
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