Una nueva vida

Ricardo no podía creer que el hombre que estaba al frente seguía hablando. Él suspiró y miró a su madre, quien escuchaba atentamente. Ella se había hecho cristiana unos meses atrás, y desde entonces obligaba a su hijo a ir a la iglesia. «Quisiera que las cosas fueran como antes», pensó el niño.

—A ver, ¿qué te pareció el sermón? —preguntó mamá mientras se subían al automóvil, después de la iglesia.

Ricardo se encogió de hombros.

—Bien, supongo.

—No estás seguro de cómo te sientes sobre todo esto, ¿verdad? —preguntó la madre.

—No sé —admitió Ricardo—. Es que no veo qué tiene que ver esto conmigo. Mi vida está bien como está.

«Y estaba mucho mejor, antes de tener que levantarme para ir a la iglesia todos los domingos», pensó.

Cuando se detuvieron en un semáforo, vieron a un hombre que sostenía un letrero que decía: «Tengo hambre. Ayuda, por favor».

—¿Crees que ese hombre sepa que es un necesitado? —preguntó mamá.

Ricardo la miró fijamente.

—Eh, claro que sí, mamá.

Su madre se encogió de hombros.

—Bueno, antes yo era como él, pero no lo sabía.

Ricardo se quedó asombrado.

—¿Eras así de necesitada? —él sabía que su mamá había tenido una vida difícil, pero no se imaginaba que había sido tan terrible como para tener que pedir limosna en la calle.

La madre asintió.

—Sí, y entonces un día alguien me encontró y me dio una vida completamente nueva.

—¿Qué? —Ricardo no podía creer lo que oía—. ¿Quién?

—¡Jesús! —exclamó mamá. Ella sonrió cuando su hijo la miró confundido—. No estoy hablando de la necesidad de dinero para comprar comida —explicó—. Me refiero a tener hambre y estar necesitada en mi corazón. Estaba perdida y sola, y ni siquiera me daba cuenta de cuán miserable era. Pero cuando encontré a Jesús, Él me hizo nueva y, cuando miro atrás a mi vieja vida, puedo ver cuánto necesitaba que el Señor me llenara de esperanza y gozo. Eso es lo que Jesús hizo por mí, y puede hacer lo mismo por ti.

Ricardo se quedó en silencio por un rato antes de hablar.

—Supongo que tendré que pensarlo un poco más.

—Está bien —afirmó mamá. Ella estacionó el automóvil junto a un restaurante de sándwiches—. Mientras tanto, vayamos a comprarle algo de comer a ese hombre.

COURTNEY LASATER

JESÚS TE DA UNA NUEVA VIDA

VERSÍCULO CLAVE: 2 CORINTIOS 5:17 (NTV)

TODO EL QUE PERTENECE A CRISTO SE HA CONVERTIDO EN UNA PERSONA NUEVA. LA VIDA ANTIGUA HA PASADO; ¡UNA NUEVA VIDA HA COMENZADO! 

¿Te ha dado Jesús una nueva vida? La Biblia dice que, si confías en Él como tu Salvador, te has convertido en una persona nueva. Jesús te hace libre del pecado y cambia tu corazón. Él te ayuda a amar a otros y llena tu vida de esperanza, gozo y paz. Si no conoces a Jesús como tu Salvador, puedes comenzar una nueva vida hoy mismo, si pones tu confianza en Él. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).