Todo instantáneo

“Tengo hambre”, expresó Priscila.  “¿Puedo calentarme algo para cenar?”

“Claro que sí”, contestó su madre.  “¿Qué tal si haces algo para todos?  ¿Y si sacas esas comidas congeladas?”

“Bueno.  Pero ¿puedo poner más patatas?  Tenemos una caja de puré de papas instantáneo, ¿verdad?  Sé cómo hacerlo.  ¿Y puedo preparar pudín instantáneo para el postre?  ¿Con crema batida?”

“Si quieres”, respondió mamá.  “Yo ya hice una ensalada; está en el refrigerador.  También podríamos calentar el pan congelado.  ¿Crees que puedas con todo eso?”

“No hay problema”, aseguró Priscila.  La niña se puso manos a la obra y la cena estuvo lista en pocos minutos.

Mientras comían, se pusieron a platicar sobre lo que había sucedido ese día.  “En vez de recoger nuestras tareas, la señora Domínguez solo nos preguntó si ha habíamos hecho”, contó Priscila.  “Antes de empezar la clase, Bella me contó que no había hecho su tarea, pero cuando la maestra le preguntó, ¡ella le dijo que sí la hizo!  ¿Pueden creerlo?”

“Eso no es raro.  Los niños lo hacen todo el tiempo”, comentó Fabio. 

“Sí, ¡pero se supone que ella es cristiana!”, exclamó Priscila.

“Pero no ha sido creyente mucho tiempo”, aseguró Fabio.  “Lo que quiero decir es que todos hacemos cosas malas, y hemos sido cristianos por muchos años”.

“¡Pero ella mintió!”, afirmó Priscila mientras se levantaba a tomar su postre.

“Fabio tiene razón”, opinó su madre.  “No estoy justificando lo que Bella hizo, y quizá puedes recordarle en amor que Dios quiere que sea honesta, pero no seas tan dura con ella.  Todos luchamos con algún pecado.  Cuando crecemos en nuestra relación con Jesús, Él nos enseña a alejarnos del pecado y obedecerlo”.

“¡Qué delicioso se ve!”, dijo Fabio cuando Priscila puso el pudín instantáneo frente a él.

“Sí, se ve delicioso”, afirmó mamá.  “¿Sabes?  Muchas veces tenemos la idea que todo debería ser instantáneo, así como gran parte de esta comida.  La mayoría de estos alimentos eran fáciles y rápidos de preparar porque son instantáneos, son precocidos.  A veces esperamos que la madurez espiritual sea así, pero no lo es”.

“Entonces, ¿es más como la ensalada que preparaste?”, preguntó Priscila.  “Te tomó tiempo hacerla, ¿cierto?”

La madre asintió.  “Sí, y también toma tiempo llegar a ser cristianos maduros.  Así que dale tiempo a Bella para que crezca y aprenda”.  —  DEBORAH S. MARETT

EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL TOMA TIEMPO

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 15:1

NOSOTROS LOS QUE SOMOS FUERTES, DEBEMOS SOBRELLEVAR LAS FLAQUEZAS DE LOS DÉBILES.

¿Tienes amigos que son nuevos cristianos?  Cuando confías en Jesús como tu Salvador, recibes la salvación al instante, pero no tienes madurez al instante.  Tampoco esperes una madurez espiritual instantánea de tus amigos.  Ora por ellos y aprende a ser paciente mientras crecen juntos y aprenden más sobre Jesús y sobre cómo Él desea que vivan.

Clave de Hoy
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