Solo estamos acampando

—Extraño al tío Galo —comento Escarlet, que observaba cómo su padre clavaba la estaca de una tienda de campaña en el piso—. Sé que está en el cielo, pero siempre le gustó mucho acampar en las montañas con nosotros, y ahora ya no puede hacerlo. Esto no está bien.

La niña sabía que el cielo era un lugar feliz, pero seguía preguntándose si en realidad podría ser mucho mejor que las experiencias maravillosas que tenía en la tierra. Por supuesto que no todo en la tierra era bueno. Escarlet recordó la cantidad de meses que el tío Galo había estado enfermo y cómo se había puesto débil y delgado. Con frecuencia hablaba sobre ir a casa para estar con Jesús.

Unos días más tarde, Escarlet se levantó sintiéndose fría y un poco rígida. Se puso un suéter pesado y salió a pararse junto al fuego que su padre había encendido.

—Tengo que admitir que no me gustaría estar en una bolsa para dormir todas las noches —opinó—. Me gusta mucho acampar, pero extraño las comodidades de nuestro hogar —la niña miró la gran olla de agua que papá había puesto encima del fuego—. Como las duchas calientes —agregó.

—¿Así que ya te estás cansando de acampar? —bromeó su padre.

—Bueno, no quisiera acampar toda la vida. Me alegra que vayamos a casa hoy. Acampar es divertido, pero siempre es lindo regresar a casa después.

Papá sonrió.

—Estoy de acuerdo. Creo que tu tío Galo se sentía mucho como tú, hija. A él le encantaba estar aquí en la tierra, disfrutando la creación de Dios y pasando tiempo con la familia y amigos. Pero cuando Dios lo llamó a su verdadero hogar, estaba feliz de irse. A pesar de que te has divertido en este viaje para acampar, anhelas las duchas calientes y dormir en tu propia cama. El tío Galo sabía que su vida aquí en la tierra era solo temporal y ahora está en su verdadero hogar con Jesús, el lugar al que realmente pertenece.

Escarlet suspiró.

—Pero todavía lo extraño.

—Yo también —admitió el padre—. Pero volveremos a ver a tu tío Galo. Cuando muramos, nuestros espíritus también irán a casa para estar con Jesús y nos reuniremos con los cristianos que han muerto. Un día Jesús resucitará nuestros cuerpos y hará nueva toda la tierra, sin pecado, sin enfermedad y sin muerte, ¡y viviremos con Él para siempre!

Escarlet sonrió.

—Y todos disfrutaremos de estar juntos en la creación de Dios otra vez.

CATHERINE RUNYON

PARA LOS CRISTIANOS, EL HOGAR ES ESTAR CON JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: 2 CORINTIOS 5:8 (NTV)

PREFERIRÍAMOS ESTAR FUERA DE ESTE CUERPO TERRENAL PORQUE ENTONCES ESTARÍAMOS EN EL HOGAR CELESTIAL CON EL SEÑOR.

¿La idea de ir al cielo te parece extraña y tal vez te da miedo? ¿Te preguntas cómo puedes ser feliz por la eternidad sin las cosas que disfrutas tanto en esta vida? La Biblia no nos dice todo sobre el cielo, pero sabemos que, cuando Jesús resucite nuestros cuerpos y haga nuevas todas las cosas, será más maravilloso de lo que podemos imaginar. Si eres cristiano, tu verdadero hogar es con Jesús, es el lugar al que perteneces.

Clave de Hoy
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