Reparaciones en la casa

—Caleb, ¿podrías pasarme esa llave inglesa? —el padre estaba echado bajo el lavabo de la cocina, tratando de reemplazar un empaque que estaba roto. El niño tomó la llave inglesa y se la entregó a su papá—. A ver, veamos si este nuevo empaque funciona —expresó papá—. Prende la lavadora de platos.

Caleb encendió la lavadora de platos y esperaron para ver si se escapaba el agua. Cuando no se derramó el agua, el niño exclamó:

—¡Fue un éxito!

Su padre asintió en aprobación.

—Vayamos a cambiar también los filtros del aire acondicionado, ya que estamos aquí.

Papá tomó la caja de herramientas y Caleb cargó los filtros. Le gustaba ayudar a su padre a arreglar las cosas en la casa.

—Pásame ese destornillador —indicó papá.

—¿Puedo hacerlo yo? —preguntó Caleb.

El padre sonrió y asintió.

—¡Claro que sí!

El niño tomó el destornillador y quitó ambos tornillos. Después de ayudar a su papá a cambiar el filtro, Caleb ajustó los tornillos y fueron a cambiar el siguiente filtro. Al final del día, habían arreglado la gotera de la cocina, cambiado los filtros de ambos aires acondicionados y clavado un par de tablas nuevas en las gradas del patio.

—Gracias por toda tu ayuda hoy, hijo —señaló papá esa noche, durante la cena.

—Estoy muy feliz porque puedo usar nuevamente la lavadora de platos —agregó su madre.

El padre sonrió.

—Arreglar todas las cosas de la casa me hizo pensar en cómo Dios arregló nuestro problema del pecado.

—¿A qué te refieres, papá? —preguntó Caleb.

—Bueno, el pecado nos separa de Dios, pero Él nos ama tanto que envió a Su Hijo, Jesús, como sacrificio por nuestros pecados. Dios hizo un camino para que podamos tener una relación Él y tener vida eterna. Cuando arreglamos cosas en la casa, usamos herramientas, y Dios arregla nuestro problema del pecado a través de Jesús. Cuando confiamos en Él como nuestro Salvador, el Señor borra nuestro pecado y arregla nuestros corazones, y después nos invita a ayudarlo en el trabajo que Jesús hace para arreglar nuestro mundo roto. Un día, Dios hará nuevas todas las cosas, y viviremos con Él para siempre en un mundo libre del pecado y de la muerte.

—Guau, ¡ojalá llegara ya ese día! —Caleb sonrió—. Pero al menos, por ahora, ¡podemos disfrutar de la vida con una lavadora de platos que no tiene gotera!

LISA FULLER

JESÚS ARREGLA NUESTRO PROBLEMA DEL PECADO

VERSÍCULO CLAVE: 1 JUAN 2:2 (NTV)

ÉL MISMO ES EL SACRIFICIO QUE PAGÓ POR NUESTROS PECADOS, Y NO SOLO LOS NUESTROS SINO TAMBIÉN LOS DE TODO EL MUNDO.

¿Has aceptado el regalo gratuito de la vida eterna que Dios da? Si no has confiado en Jesús como tu Salvador, tienes el problema del pecado que necesita ser arreglado. No podemos arreglar nuestro problema del pecado, pero Dios nos ama tanto que envió a Su Hijo para pagar el castigo por nuestros pecados. Confía en Jesús como tu Salvador hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). Ahora deja que Dios te use para servir a otros y demostrarles Su amor.

Clave de Hoy
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