Pasar tiempo con Él

“Entonces, Caleb, ¿cómo te va con tu plan de lectura bíblica?”, preguntó el señor Duarte antes de meterse la mitad de un taco en su boca.

“Bueno, leí todos los días de esta semana, como usted me dijo”, contestó Caleb, mientras luchaba para doblar su taco para que no se cayera su contenido.  “Pero no entiendo por qué necesito leerla tan a menudo.  Yo confío en Jesús, sé que Él quiere que yo sea bueno con las personas, decir la verdad y ese tipo de cosas”.

“Eso está bien, pero hay mucho más que eso por aprender”.

“Supongo”, señaló Caleb, mordiendo un bocado de taco.  “Pero es un poco aburrido”.

“Seguiremos con lo mismo esta semana”, indicó el señor Duarte.  “Te aseguro que aprenderás algo nuevo.  ¿Cuáles son tus planes para el fin de semana?”

“¡Oh, estoy tan emocionado!”, exclamó Caleb.  “Voy a ver a mi papá.  No lo había visto en dos semanas.  Es muy difícil verlo tan poco, pero así son las cosas después del divorcio.  Él me recogerá hoy del club.  ¡Me muero de ganas de verlo!”  El niño se zampó otro bocado de su taco y pedacitos de tomate cayeron en su plato de papel.

“¡Caleb, eso es!”  El señor Duarte tragó y extendió sus dedos manchados de salsa.  “¡Por eso debes tener devocionales!  Es pasar tiempo con Jesús”.

“Oh, ¡al igual que con mi papá!”, respondió Caleb.  “Pero no puedo ver a Jesús.  Ni oírlo”.

“Esa es la única diferencia con una relación humana: no podemos ver a Jesús cara a cara, hasta que lo veamos en el cielo”.  El señor Duarte tomó una servilleta y comenzó a limpiarse las manos con ella.  “Pero él está en todos lados y podemos platicar con Él y escucharle.  ¿Sabes cómo?”

“Oh sí”, aseguró Caleb.  “Podemos hablar con Él a través de la oración.  Y supongo que lo escuchamos a través de la Biblia.  Apuesto a que, mientras más tiempo pase con Jesús, más lo conoceré y querré hacer tiempo para Él”.  El niño mordió su taco justo antes que la salsa chorreara. 

“Buen punto, Caleb”.  El señor Duarte sonrió.  “Sigue leyendo y desarrolla tu relación con Jesús.  Va a valer la pena”.  AMY GLENDINNING

PASA TIEMPO CON JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 119:2

¡CUÁN BIENAVENTURADOS SON LOS QUE GUARDAN SUS TESTIMONIOS, Y CON TODO EL CORAZÓN LO BUSCAN!  

¿Te cuesta encontrar tiempo para pasar con Jesús?  Como no podemos ver físicamente Su rostro ni oír Su voz, no podemos hablar o escucharlo del mismo modo que lo hacemos con la gente.  Pero sí podemos conversar con Él cuando queramos, a través de la oración, y escuchar cuando Él nos guía y anima a través de Su Palabra.  Pasar tiempo con Jesús nos da la oportunidad de conocerlo mejor y de amarlo cada vez más.

Clave de Hoy
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