Notas agrias

María arregló su atril y después sacó su violín.  Comenzó a tocar, pero mientras pasaba el arco por las cuerdas, muchas notas se oían temblorosas e inseguras.

—¡Me voy de aquí! —exclamó su hermano, Carlos, mientras se dirigía hacia la puerta—.  ¡Esas notas altas y chillonas están dañando mis oídos!

—Carlos tiene razón, ¡suenan horrible! —se quejó María—.  Mi maestra las llama notas agrias.  ¡Esta pieza es muy difícil!

—Inténtalo de nuevo —sugirió su madre, que acababa de entrar en la habitación—.  Sigue practicando.

Con un suspiro, María lo hizo así.  A pesar de que todavía no podía tocar la canción perfectamente al final de su ensayo de treinta minutos, definitivamente había mejorado.

—¿Tuvieron todos un buen día? —preguntó su padre durante la cena—.  ¿Qué hicieron?

—Yo practiqué la nueva pieza que me asignó mi maestra de violín —le contó María—.  Todavía necesita mucho trabajo, pero está en camino.

—Yo jugué a la pelota con algunos amigos en el parque —comentó Carlos—.  Juan se enojó y se fue a su casa.  Ya no lo hace tanto como antes, pero hoy sí que estalló.

—Qué mal —opinó mamá—, pero me alegra que esté mejorando.

María frunció el ceño.  —Pero él es cristiano, ¿verdad?  Debería saber que no está bien que se enoje así.

—Bueno, oremos por él y demos gracias porque está avanzando —indicó papá—.  Es más fácil ser pacientes con otros cuando recordamos todas las cosas pecaminosas que también hacemos a veces, y cómo necesitamos la ayuda y el perdón de Dios.

—Correcto —afirmó la madre—.  Piensa en tu ensayo de violín, hija.  ¿Recuerdas todas las notas agrias que oímos en un inicio?  En nuestras vidas también podemos tener notas agrias, es decir, hábitos y actitudes que no afinan con nuestra identidad como hijos de Dios.  Pero cuando confesamos nuestras ofensas a Jesús, Él nos perdona y nos ayuda a tocar una nueva canción.

El padre asintió.  —Cuando ponemos nuestra confianza en Jesús, Él nos cambia y nos da el Espíritu Santo, el cual trabaja en nosotros para que otras personas puedan oír la hermosa canción del amor de Dios y Su salvación en nuestras vidas.  Se requiere tiempo, pero Dios prometió que seguirá trabajando hasta el día en que Jesús regrese y borre el pecado para siempre.  Hija, tú no te rendiste con tu música, y Dios no se rinde con nosotros.

—Está bien —admitió María—.  Seguiré practicando, y estoy segura de que Juan también lo hará.  —  JORLYN A. GRASSER

DIOS NO SE RINDE CONTIGO

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 1:6 (NTV)

DIOS, QUIEN COMENZÓ LA BUENA OBRA EN USTEDES, LA CONTINUARÁ HASTA QUE QUEDE COMPLETAMENTE TERMINADA EL DÍA QUE CRISTO JESÚS VUELVA.

¿Ha habido alguna nota agria en tu vida últimamente?  No olvides que Dios sigue trabajando en ti.  El Señor te está enseñando pacientemente a que te alejes del pecado y demuestres Su amor a los demás, y Él jamás se rendirá contigo.  Cuando peques, pídele a Jesús que te perdone.  Después confía en que Él te ayudará a compartir Su dulce canción de salvación con los que te rodean.

Clave de Hoy
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