No tocar

(NOTA DEL EDITOR: ES IMPORTANTE PROVEER UNA ENSEÑANZA CRISTIANA SOBRE EL TEMA DE ESTA HISTORIA.  SIN EMBARGO, PODRÍA NO SER APTA PARA NIÑOS MUY PEQUEÑOS).

Princesa ronroneaba con fuerza mientras sus cuatro gatitos diminutos se acurrucaban a su lado.  Pero cuando Gabriela se agachó junto a la caja, Princesa bufó y lanzó un zarpazo al aire.  La niña se hizo para atrás de un brinco.  “Solo quería acaricia a tus bebitos, Princesa.  ¿Qué tiene eso de malo?”  La gata no respondió con palabras, por supuesto, pero su mirada decía: “¡No vuelvas a intentarlo!”  Y cuando Gabriela fue a revisar los gatitos más tarde, ya no estaban ahí.  Princesa los había movido.

“Hola, Princesa”, saludó la niña cuando encontró a los gatitos en el armario de las sábanas.  “Tienes una familia tan linda.  ¿Puedo cargar a uno de tus hijitos?”  Gabriela esturó los brazos para tomar un gato, pero Princesa bufó y lanzó un zarpazo una vez más.  “Princesa, ¡soy tu amiga!  No les haré daño”.  Pero la gata miró fijamente a la niña hasta que ella se fue.

Sucedió otra vez: Princesa movió a los gatitos.  “¿Qué le pasa a la gata?”, le preguntó Gabriela a su madre.  “Solo quiero acariciarlos, pero ella no me deja”.

“Princesa solo está siendo una buena madre.  Quiere proteger a sus gatitos porque sabe que son frágiles y débiles”.  Mamá se sentó junto a Gabriela.  “Hijita, esto me recuerda una cosa de la que quiero hablarte.  Princesa tiene la responsabilidad de proteger a sus crías, así que no permitirá que nadie las toque.  Tú también tienes una responsabilidad especial: la de proteger tu cuerpo”.

Gabriela miró a su madre, confundida.  “¿Me estás diciendo que no debo permitir que nadie me toque, así como Princesa no me deja tocar a sus gatitos?”

“No, no es lo que quiero decir”, explicó su madre.  “No hay nada de malo en un abrazo o un beso en la mejilla para mostrar afecto a los seres queridos.  Pero si alguien trata de abrazarte o besarte cuando no te sientes cómoda con eso, o si tratan de tocarte de una manera que no es correcta, eso no está bien.  Si alguien, quienquiera que sea, alguna vez trata de tocar tu cuerpo de una manera que te incomode, dile que se detenga.  Y después vienes conmigo y me lo cuentas, o díselo a otro adulto de confianza, para que podamos asegurarnos de que eso no vuelva a ocurrir.  Dios creó tu cuerpo y, puesto que conoces a Jesús, Su Espíritu vive en tu interior.  Nadie tiene el derecho de tocarte de una manera incorrecta”.

“Está bien, mamá”, afirmó Gabriela.  “Y ya que Princesa no se siente cómoda con que yo cargue a sus gatitos, los dejaré en paz”.  —  JAN L. HANSEN

PROTEGE TU CUERPO

VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 6:20

PORQUE HAN SIDO COMPRADOS POR UN PRECIO. POR TANTO, GLORIFIQUEN A DIOS EN SU CUERPO Y EN SU ESPÍRITU, LOS CUALES SON DE DIOS.

¿Estás protegiendo tu cuerpo?  Si alguien te toca de una manera que te incomode, dile que se detenga inmediatamente.  Después cuéntaselo a uno de tus padres o a otro adulto de confianza.  Ellos te ayudarán a manejar la situación.  Dios creó tu cuerpo y nadie tiene el derecho de tocarte de una forma que tú no quieras.  Si alguien lo hace, no es tu culpa, pero es importante que lo detengas y que busques ayuda.

Clave de Hoy
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