No hay suficientes regalos

No había suficientes regalos bajo el árbol de Navidad.

Alexa estaba de pie en la sala y miró el lugar donde normalmente había cajas y cajas de coloridos regalos cada año. Este año solo había dos pilas pequeñas. Una para ella; una para su hermana.

Alexa quería una nueva bicicleta este año. Su madre le dijo que podría no ser posible, pero ahora parecía que no recibiría casi nada.

Se supone que todavía no tenía que ver los regalos… era temprano por la mañana y nadie más estaba despierto, pero Alexa se había escabullido a la sala para ver lo que iba a recibir y ahora hubiese querido no haberlo hecho.

El piso crujió detrás de la niña.

—Te levantaste temprano —dijo su madre.

Alexa suspiró.

—Estaba emocionada, pero…

Mamá puso sus manos en los hombros de su hija.

—No hay tantos regalos este año, lo sé. Lo siento, pero todavía tendremos un excelente día, ¿verdad?

Alexa levantó la mirada para ver la sonrisa esperanzadora de su madre. La niña quería estar de acuerdo, pero era difícil.

—Los regalos son divertidos y sé que hay muchas cosas que quisieras —indicó mamá mientras se sentaban juntas en el sillón—. Pero la Navidad es mucho más que eso.

Alexa apartó la mirada para no ver la pequeña pila de regalos y vio una Biblia que estaba en la mesa de la sala. Ella suspiró y asintió.

—Se trata de Jesús.

Mamá sonrió.

—Así es. Él es el mejor de todos los regalos —ella rodeó a Alexa con sus brazos—. Este año se ve un poco diferente en la cantidad de regalos que recibes, pero todavía tienes el regalo más grande. Jesús vino a la tierra como un bebé esa primera Navidad, para poder salvarnos del pecado y hacernos parte de la familia de Dios. Él te ama y siempre estará contigo. Y también tienes esta familia y juntos estaremos todos juntos.

—¿Y podemos ir a cantar villancicos más tarde? —preguntó Alexa, sintiéndose de repente con un poco más de esperanza con respecto a la Navidad.

Mamá sonrió.

—Sí.

—¿Y todavía tomaremos chocolate caliente? —preguntó la niña.

—Sí —respondió mamá nuevamente, dándole un abrazo—. Todavía hay muchas cosas por las que podemos agradecer esta Navidad.

BETHANY ACKER

JESÚS ES EL REGALO MÁS GRANDE

VERSÍCULO CLAVE: 2 CORINTIOS 9:15 (NVI)

¡GRACIAS A DIOS POR SU DON INDESCRIPTIBLE!

¿Tu familia ha tenido que reducir gastos en Navidad? ¿Te divertiste, aunque no recibiste todas las cosas que querías? Aunque dar y recibir regalos es una forma divertida de celebrar esta fiesta, la Navidad no se trata de tener muchos regalos bajo el árbol. Se trata de cómo Dios nos entregó el regalo más grande de todos: Jesús, quien se hizo humano y murió por nuestros pecados para que podamos disfrutar Su paz y presencia por toda la eternidad. Celébralo con tus seres queridos en esta Navidad.

Clave de Hoy
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