La única llave

—Hola, señora Vera —saludó Renata cuando vio a su vecina, quien llevaba una bolsa del supermercado hacia su casa—.  ¿Necesita ayuda?

—Hola, Renata.  Bueno, sí, no me vendría mal un poco de ayuda hoy.  Gracias —la vecina abrió su cartera y sacó un llavero—.  Mis brazos estarán llenos cuando saque todas estas compras.  ¿Crees que podrías abrir la puerta de mi casa?

—Claro que sí —.  Renata tomó el llavero y rápidamente corrió a la puerta de la casa, pero no sabía cuál era la llave correcta para abrirla.  Probó con una, pero no funcionó, así que intentó con otra… y con otra y con otra.  «¡Ojalá la señora Vera pudiera decirme cuál es la llave que funciona», pensó Renata, pero la vecina apareció justo en el momento en que la niña probaba la última opción en el llavero, que finalmente abrió la puerta.

—Siento mucho haberme tardado tanto —se disculpó la señora Vera—.  Una de las bolsas se cayó y los alimentos se dispersaron por toda la cajuela, así que tuve que volverlos a meter en la bolsa.  Gracias por abrirme la puerta.

—Con gusto —expresó Renata, y luego se echó a reír—.  Intenté abrirla con cada una de las llaves antes de encontrar la que finalmente abriría la puerta.

—¡Oh! ¡Me olvidé de indicarte qué llave debías usar! —exclamó la señora Vera—.  Me alegra que la hayas encontrado —.  La vecina sonrió a Renata y agregó: —Eso me recuerda a mis días de juventud, cuando intenté con muchas llaves, con la esperanza de abrir un tipo de puerta diferente.

Renata miró a la señora Vera, sorprendida.  —¿Qué clase de puerta era?

—En esa época no sabía cómo llamarla, pero ahora sé lo que era: estaba tratando de abrir la puerta a la salvación.  Estaba buscando paz y esperanza para mi vida y, a pesar de que trataba de tener una buena vida y sentirme bien conmigo misma, ninguna de las llaves que probé funcionaron.  Entonces conocí a Jesús y me di cuenta de que había estado intentado con todas las llaves, menos con la correcta.  Jesús es la llave que lleva a la salvación y la vida eterna.  Solo podemos tener paz y esperanza si confiamos en Él.

Renata sonrió mientras sostenía la puerta para su vecina.  —¡Me alegra tanto que Jesús haya abierto esa puerta para las dos!  —  DIANE V. GODBOLD

JESÚS ES LA ÚNICA LLAVE QUE LLEVA A LA SALVACIÓN

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 14:6

JESÚS LE DIJO: «YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA; NADIE VIENE AL PADRE SINO POR MÍ».

¿Has estado tratando de abrir la puerta a la salvación por tu cuenta?  Tal vez creas que, si haces las suficientes cosas buenas, llegarás al cielo.  O quizá creas que, si te sientes bien contigo mismo, tendrás paz en tu vida.  Lamentablemente, ninguna de esas llaves funciona.  La única manera de tener paz y vida eterna es a través de Jesús.  ¡Confía en Él como tu Salvador hoy mismo!  (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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