Un pedido de ayuda

«¡Au!  ¡Au!»  La pequeña cachorrita terrier aulló y corrió por el patio hasta llegar a la puerta trasera.

—¡Trixi! —gritó Cloe—.  ¡Algo le pasó a Trixi!

La niña y su hermano Claudio corrieron hacia donde estaba su mascota.  Cloe cargó a Trixi y la cachorrita se acurrucó en sus brazos, temblando y quejándose.

—¡Oh, Claudio, creo que está lastimada!

—¿Dónde? —preguntó su hermano.

—No sé, no puedo ver nada malo —contestó Cloe.

—Examinémosla —indicó su madre, que había llegado a ver qué había ocurrido.  Cloe bajó con delicadeza a Trixi y la puso en el suelo, para que pudieran examinarla cuidadosamente.  —Sus piernas están bien —comentó mamá—.  No veo ningún hueso roto.

—Y no está sangrando —observó Claudio—.  No tiene ni una mancha.

Ambos niños acariciaron el pelaje de su perrita.

—Bueno, sea lo que haya sido, fue algo que le asustó —aseguró Cloe—.  Nunca la había visto correr tan rápido.

—No es la única que se movió con rapidez —afirmó su madre con una sonrisa—.  ¡Espero que Trixi sepa apreciar a sus dos protectores!

—Estás hablando de mí y de Claudio, ¿verdad? —preguntó Cloe—.  ¿Así como tú y papá son nuestros protectores?

—La semana pasada, mi maestra en la iglesia dijo que Dios es nuestro protector —contó Claudio—.  El señor Pozo dijo que podemos clamar a Dios para pedir ayuda en cualquier momento.

—Cuando le pedimos ayuda, ¿Dios viene corriendo como lo hicimos nosotros? —preguntó Cloe.

—Qué pregunta tan interesante —dijo mamá—.  ¿Creen que Dios necesite correr?

Cloe negó con la cabeza.  —No lo creo.  Dios está en todos lados y sería absurdo que corriera para llegar a algún lado si ya está ahí.

Claudio sonrió y asintió.  —Sí, como dijo el señor Pozo, Jesús siempre está con nosotros, entonces no tendría que venir corriendo.

—Eso es verdad —expresó su madre—.  Él se hizo como uno de nosotros para salvarnos del mayor de todos los problemas: el pecado y la separación eterna de Dios.  Podemos contar con Jesús para ayudarnos con cualquier problema o dificultad en nuestras vidas.  Él siempre vendrá a nuestro recate.

Cloe abrazó a su cachorrita.  —Me alegra que Jesús esté conmigo y que no tenga que esperar a que Él llegue cuando yo esté en problemas —.  La niña rio mientras Trixi le lamía la cara.

Los demás rieron con ella. 

—Supongo que es la manera en que Trixi te lo agradece —señaló mamá—.  No nos olvidemos tampoco de agradecer a nuestro protector.  —  ROSE GOBLE

DIOS ESTÁ SIEMPRE DISPUESTO A AYUDARTE

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 46:1

DIOS ES NUESTRO REFUGIO Y NUESTRA FUERZA; SIEMPRE ESTÁ DISPUESTO A AYUDAR EN TIEMPOS DE DIFICULTAD.

¿Le pides ayuda a Dios cada vez que estás en problemas?  ¿Confías en que Él te ayudará cuando tienes miedo, sientes soledad, te han lastimado o pasas por alguna situación difícil?  Si conoces a Jesús como tu Salvador, Él está junto a ti, dispuesto a ayudarte.  Él es completamente capaz de hacerlo.  Confía en que Jesús te ayudará y te guiará cuando afrontes problemas en la vida, y asegúrate de agradecerle por cuidar de ti.

Clave de Hoy
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