La oración de Nando

Nando sonreía de oreja a oreja mientras él y Pablo caminaban juntos a su casa.  Pablo se quedó mirando a su hermano menor.  “¿Por qué estás tan feliz?”

Nando sonrió aún más.  “¡Funcionó!  El pastor Porfirio dijo que debemos orar por nuestros enemigos, así que he estado orando por Diego desde que me empujó para sacarme del columpio la semana pasada”.

“¿De verdad?  Es bueno saberlo”, afirmó Pablo.

“Diego siempre es tan cruel… no cae bien a nadie”, le contó Nando.  “Pero bueno, he estado orando y hoy Diego tuvo que ir al hospital para que le saquen el apéndice, ¡así que no volverá a la escuela en un buen tiempo!”

“¿Qué tiene que ver eso con tus oraciones?”, preguntó Pablo, sorprendido.

“Dios le hizo pagar por todas las cosas malas que me ha hecho”, explicó Nando.

Pablo frunció el ceño.  “Espera… ¡No me digas que le pediste a Dios que le hiciera algo malo a Diego!”

“Claro que sí.  Es como el versículo que aprendimos en la iglesia, que dice: ‘Mía es la venganza, Yo pagaré, dice el Señor’.  Y le pedí a Dios que le pagara a Diego, ¡y lo hizo!”  Nando se encogió de hombros.  “No creías que yo estaba orando para que le pasen cosas lindas, ¿o sí?”

“Creo que no oíste bien la enseñanza del pastor Porfirio sobre cómo orar por tus enemigos, Nando.  Se supone que debes hacerles bien, que debes ser amable con ellos y no odiarles.  Dios no quiere que nadie sufra Su venganza por las cosas malas que hacen.  Él quiere que confíen en Jesús, ya que Él tomó el castigo por todos nuestros pecados.  Se supone que debes orar por eso, para que tus enemigos sepan que Jesús los ama y sean salvos”.

Nando suspiró.  “Es que parecía tan genial que algo malo le haya pasado a Diego, solo por una vez”.

“Bueno, será mejor que sigas orando por él”, sugirió Pablo.  “Pero esta vez pídele a Dios que le ayude a mejorarse pronto.  ¿Bueno?”

“Está bien”, admitió Nando.  “¡Pero todavía creo que será bueno tenerlo lejos por un tiempo!”

Pablo sonrió y dio unos golpecitos juguetones al brazo de su hermano.  “¿Sí?  Bueno, tal vez sea bueno.  Te dará tiempo de pensar en cómo Jesús no te hizo pagar por todas las cosas malas que has hecho y cómo puedes demostrar Su amor a Diego cuando regrese”.  —  DEBORAH S. MARETT

ORA POR TUS ENEMIGOS

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 5:44

AMEN A SUS ENEMIGOS Y OREN POR LOS QUE LOS PERSIGUEN.

¿Conoces a alguien que no es una buena persona?  ¿Te gustaría que algo malo le pasara?  Ora por esa persona, no para que le suceda algo malo.  Jesús nos dice que amemos a nuestros enemigos.  Eso puede ser difícil, pero es el tipo de amor que Jesús nos mostró cuando murió para tomar el castigo por nuestros pecados.  No desees la venganza contra quienes se han portado mal contigo.  En vez de eso, ámalos y ora por ellos.

Clave de Hoy
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