La mochila

“¿Qué llevas ahí?  ¿Ladrillos?”, bromeó el tío Beto, levantando la mochila de Hernán de la cajuela del automóvil.

El niño se encogió de hombros.  Su madre le había dicho que estaba empacando demasiadas cosas para su viaje para acampar y caminar en la naturaleza con su tío, pero Hernán no había hecho caso.  Levantó la mochila, asentó su peso en sus delgados hombros y la aventura empezó.

No habían llegado muy lejos cuando Hernán empezó a cansarse.  En poco tiempo, los hombros le dolían tanto que tuvo que detenerse a descansar.

“A ver”, le dijo el tío Beto.  “Dame tu mochila”.

Hernán dudó.  Realmente quería cargar su propia mochila, pero simplemente pesaba demasiado.  A regañadientes se la entregó a su tío.

Aliviado del peso extra, el niño se sintió mejor y empezó a notar los detalles de su travesía: el cielo azul zafiro, las flores amarillas en un arbusto cercano, el canto de los pájaros encima de ellos.  “Gracias, tío Beto”, expresó cuando llegaron al campamento.  “No debí haber empacado tanto”.

“Hay veces en que todos tratamos de llevar demasiado peso”, explicó el tío.  “No me refiero solo al equipo para acampar, sino también a asuntos emocionales.  Cosas como la preocupación y el temor nos roban el gozo.  ¿Sabías que Dios está dispuesto a llevar esas cargas por nosotros, así como yo cargué con tu mochila?”

Esos días, Hernán tenía muchas preocupaciones en su mente.  Su padre, un militar, estaba en servicio en otro país y realmente lo echaba de menos.  También estaba muy preocupado por la seguridad de su padre.

“Te quitaste tu mochila y me la diste”, continuó el tío Beto, “y puedes darle tus preocupaciones a Jesús.  ¿Lo sabías?”

Hernán asintió.  “Aprendimos un versículo sobre eso en la iglesia.  Primera de Pedro 5:7 dice: ‘Echando toda su ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ustedes’”.

El tío Beto hizo un gesto afirmativo.  “Cuando te sientas pesado emocionalmente, haz lo que dice ese versículo.  Conversa con Jesús.  Cuéntale todo lo que te preocupa.  Él murió y resucitó para salvarte y siempre está contigo.  No tienes que luchar bajo una carga de preocupación y miedo.  Jesús la llevará por ti”.  —  LINDA HENTSCHEL

ENTRÉGALE TUS CARGAS A DIOS

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 55:22

ECHA SOBRE EL SEÑOR TU CARGA, Y ÉL TE SUSTENTARÁ.

¿Sientes miedo?  ¿Te preocupa alguien que está enfermo?  ¿Sientes preocupación por la escuela o por problemas familiares?  ¿Tus preocupaciones se han convertido en una carga pesada que evita que sientas gozo?  Puedes entregárselas a Jesús.  Ora por lo que te preocupa y pídele que lleve esa carga por ti.  Él te ama y quiere llevarse tu preocupación y tu miedo, para darte Su paz.

Clave de Hoy
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