Ganar al perder

Sabrina dejó la colorida ficha de su juego en la mesa y frunció el ceño.  “¡Todavía no puedo hacer crecer mi tren!”, se quejó.  “¿Cómo voy a poder librarme de todas estas fichas?  ¡Es el peor juego del mundo!  Quiero darme por vencida”.

La bisabuela de Sabrina, Gioconda, agregó una ficha más a su tren.  “El tren mexicano es un juego interesante.  Nunca se sabe lo que sucederá después.  Cuando empecé a jugar con tu bisabuelo, ¡perdí tres veces seguidas!  No olvides, hijita, que ganaste el juego anterior”.

“Sí, pero no voy a ganar este.  Estoy intentándolo, ¡pero solo me salen las fichas equivocadas!  ¿Cómo voy a ganar si sigo sacando este tipo de fechas?”

Gioconda estudió cuidadosamente sus fichas.  “Sabrina, ¿sabías que puedes ser una ganadora al perder?”

“¿Ah?  Abuelita Gioconda, ¡eso no tiene sentido!  ¡Uno no puede ganar si pierde!”

“¡Claro que sí!  El verdadero ganador es quien tiene una buena actitud amorosa, sin importar lo que suceda en el juego.  Lo mismo sucede cuando suceden cosas injustas o frustrantes en la vida”.

“¿Como la vez que se metió un murciélago a tu casa o cuando tú y el bisabuelo estaban de viaje y se les daño el automóvil?”

“¡Exactamente!  Esos fueron sinsabores, pero tu bisabuelo y yo recordamos que Dios siempre está con nosotros y tiene el control.  ¿Puedes pensar en algún versículo de la Biblia que nos anime a responder a los desafíos de la vida con una buena actitud?”

“¡Sí, el que memorizamos hoy en la iglesia!  Filipenses 2:13: ‘Hagan todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones’”, recitó Sabrina, orgullosa.

Gioconda asintió.  “Cuando actuamos así, hacemos brillar la luz de Jesús, quien felizmente dio Su vida para que podamos ser salvos, porque nos amó.  ¡Eso sí es ganar al perder!”

El juego continuó y rápidamente Gioconda puso su última ficha en la mesa y gritó: “¡Dominó!”

Sabrina respiró profundamente.  ¡Realmente quería ganar ese juego!  Pero, en lugar de quejarse por perder, lentamente estiró su mano al otro lado de la mesa.

“¡Bien jugado, abuelita Gioconda!”  Sabrina sonrió a la anciana.

La bisabuela tomó la mano de la niña y le guiñó el ojo.  “¡Ahora sí estás ganando, aunque hayas perdido!” —  SAVANNAH COLEMAN

GANA SIEMPRE, AUNQUE PIERDAS

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 2:14

HAGAN TODAS LAS COSAS SIN MURMURACIONES NI DISCUSIONES.

¿Te quejas y refunfuñas cuando las cosas no salen como deseas?  Es normal querer que todo salga según tu plan, pero la vida no siempre coopera.  Cuando afrontamos cosas que son frustrantes o injustas, podemos recordar lo que dice la Biblia, que nuestras actitudes deberían reflejar la actitud de Jesús.  Cuando estamos dispuestos a perder, al igual que Él, brillaremos como las estrellas y reflejaremos Su luz.

Clave de Hoy
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