La caja de pinturas

«¿Por qué Dios no me dio talento para la música?», se preguntó Clara al observar la presentación de su familia en el programa de Navidad de la iglesia. «Todos pueden cantar tan bien… todos, menos yo».

—No es justo —se quejó la niña después del programa—. Todos ustedes pueden cantar, pero yo no. Me sentí tan ridícula sentada ahí mientras todos ustedes tenían partes como solistas en el musical de Navidad. Quisiera poder cantar también.

—Bueno, nos encantaría que nos acompañes, Clara, pero en la obra no había el papel de un sapo —bromeó su hermano.

—Lucas, pórtate bien —le regañó su madre—. Puede que Clara no pueda cantar, pero tiene otros talentos —ella se volvió para mirar a su hija—. Como dibujar. Ese es un talento especial que Dios te ha dado. Y también eres buena para memorizar. La señora Gordón quería que recites algunos versículos de la Biblia en el programa de hoy, pero no quisiste hacerlo, ¿recuerdas?

—Pero quiero cantar como todos ustedes —exclamó Clara.

Al día siguiente, cuando su padre llegó a casa después del trabajo, le entregó una caja a su hija.

—Tu mamá me contó que querías unas pinturas nuevas.

—¡Gracias, papá! —Clara abrió la caja—. ¡Oh, no! Debe haber algún error. ¡Todas estas pinturas son azules! No puedo hacer cuadros solo con azul.

—El cielo y el agua son azules. Puedes dedicarte a pintar solo eso.

Clara miró sorprendida a su padre.

—¡Papá, eso sería aburrido! Quiero pintar más que eso.

El padre sonrió.

—Tienes razón. Necesitas muchos colores para pintar hermosos cuadros —él le entregó otra caja a su hija.

Clara miró emocionada la variedad de colores en la segunda caja.

—Gracias, papá. Pero ¿por qué solo me diste pinturas azules al principio?

—Bueno, esperaba que pudieras ver que, si todas las personas tuvieran las mismas habilidades, sería como tener solamente un color para pintar cuadros —respondió su padre—. Dios da a cada persona diferentes habilidades y, cuando trabajamos junto con otros cristianos para ayudar a que más personas conozcan sobre Jesús, les damos una imagen más completa de quién es Él y de cuánto nos ama.

Clara asintió.

—En lugar de tener el deseo de poder cantar, voy a confiar en Dios para que me ayude a ser la mejor artista —ella sonrió a su padre—. Y si la señora Gordón todavía quiere que lo haga, podría recitar algunos versículos de la Biblia en nuestro próximo evento.

MARY ROSE PEARSON 

USA TUS TALENTOS

VERSÍCULO CLAVE: ECLESIASTÉS 9:10 (NVI)

Y TODO LO QUE TE VENGA A LA MANO, HAZLO CON TODO EMPEÑO.

¿Has descubierto tus propios talentos especiales? Tal vez no puedas cantar o dibujar, pero puede que seas bueno para matemáticas, deportes o para contar historias. O quizá seas bueno para armar cosas o para hacer que los niños nuevos se sientan en casa. Sean cuales sean tus habilidades, sigue trabajando para desarrollarlas como mejor puedas. Confía en que Dios te ayudará a usarlas para demostrar Su amor a los demás y a llevar a las personas a Jesús.