Hoyo en uno

Mario alineó su primer golpe corto.  Golpeó su pelota de golf y esta atravesó el molino giratorio, rebotando en el muro y rodando hasta detenerse a unos centímetros del hoyo.

“¡Excelente tiro, amiguito!”, exclamó su papá.  Era la primera vez que Mario iba al mini golf y su papá le estaba enseñando a jugar. “Esa fue una manera excelente de empezar el juego.  Ahora es mi turno, y el que llegue más lejos del hoyo sigue después”.  Papá puso rectos sus hombros, apuntó e hizo su swing.

La pelota del papá se fue directo por el túnel y a duras penas esquivó las aspas del molino.  Siguió rodando por el pasto verde, bajó la velocidad y casi se detuvo antes de meterse en el hoyo.

“¡Guau!  ¡Un hoyo en uno!  ¡No puedo creerlo!”, gritó Mario.  El niño estaba seguro de que jamás podría jugar así.

“Tengo que admitir que estuvo genial.  No creí que iba a poder hacerlo”, indicó el papá mientras recuperaba su pelota del hoyo.  “Es sumamente difícil hacer un hoyo en uno”.

“¿Crees que algún día podré hacer algo así también?”, preguntó Mario.

“Probablemente podrías, con práctica.  Incluso estuviste muy cerca en tu primer tiro de hoy”, respondió el papá.  Padre e hijo siguieron jugando y Mario siguió tratando de lograr su propio hoyo en uno, pero no pudo lograrlo.

“Tienes razón, papá.  Meter un hoyo en uno es mucho más difícil de lo que parece.  No creo que llegue a ser tan bueno”, suspiró Mario.  “Es como lo que aprendí en el club bíblico la semana pasada.  Hablamos sobre cómo nadie es lo suficientemente bueno como para llegar al cielo por su cuenta”.

Papá asintió con la cabeza.  “En realidad, es un buen punto.  Ganar tu entrada al cielo es más imposible que meter un hoyo en uno todos los días de tu vida.  Sin importar cuánto nos esforcemos, jamás seremos lo suficientemente buenos como para entrar en el cielo.  Solo hay una persona que es lo suficientemente buena”.

“Claro, ¡Jesús!”, dijo Mario.  “Él murió en la cruz para que no tengamos que ser castigados por las cosas malas que hemos hecho.  La única manera de ir al cielo es confiar en Él para que nos salve”.

Mario alineó su pelota y realizó un golpe corto.  Luego miró a su papá con una sonrisa enorme, mientras la bola iba directamente hacia el hoyo.DYLAN  KRAAYENBRINK

SOLO JESÚS PUEDE LLEVARTE AL CIELO

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 3:10

COMO ESTÁ ESCRITO: “NO HAY JUSTO, NI AUN UNO”.

¿Crees que puedes llegar al cielo por tu cuenta?  Si has hecho solo una cosa mala que va en contra de lo que Dios manda, como contarles una mentirilla a tus padres o tomar algo que no es tuyo, has fallado.  Y la Biblia dice que todos hemos fallado, no hemos hecho lo bueno.  Esa es la razón por la que Dios envió a Su Hijo perfecto, Jesús, para morir por nosotros.  Solo podemos llegar al cielo cuando confiamos en Él. (Para leer sobre las Buenas Nuevas, haz clic aquí).

Clave de Hoy
0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *