Entrégaselo a Dios

—Mamá, tengo miedo —susurró Priscila en la mitad de la noche—. No puedo dormir. Sigo pensando en Isabel y su accidente de tránsito. ¿Qué significa unidad de cuidados intensivos?

La madre le ofreció el abrazo que ella tanto necesitaba.

—Hija, ¿no has podido dormir por esto? Sí, es algo que da miedo, ¿verdad? Unidad de cuidados intensivos significa que ella está recibiendo un cuidado extra en el hospital ahora mismo.

—Me desperté preguntándome si volveré a ver a Isabel algún día —comentó Priscila—. La extrañaría tanto.

La madre de Priscila fue a la cocina y regresó con dos vasos de leche.

—Sé que esto es muy difícil. He estado orando por Isabel y su familia desde que el pastor Juan nos llamó. Los médicos están haciendo todo lo que pueden, pero es posible que ella no sobreviva.

Las lágrimas se acumularon en los ojos de Priscila.

—¿Cómo puede Dios dejar que esto suceda?

Mamá negó con la cabeza.

—Hay cosas que no sabemos. Lo mejor que podemos hacer es confiar en Dios.

—Pero ¿cómo? —preguntó Priscila—. Me siento enferma del estómago cada vez que pienso en esto.

—Toma —mamá le entregó una pila de libros de texto que la niña había traído a casa de la escuela ese día—. Sostén estos libros en tus brazos. ¿Qué te parecería cargar estos libros por varios días, semanas, meses, incluso años?

Priscila sintió el peso de los libros en sus brazos.

—Me cansaría de cargarlos. Son pesados.

—¿No crees que lo mismo pasa con la preocupación? Podemos decidir cargar con nuestro temor y nuestra preocupación, pero nos cansamos de cargarlas, porque son tan pesadas. O podemos dejar que Dios lleve esta carga por nosotras, porque sabemos que Él nos ama tanto que envió a Su propio Hijo, Jesús, para que seamos libres del pecado y para hacernos Sus hijas —al decir esto, mamá le quitó los libros a Priscila, aliviándola del gran peso—. ¿Ves? ¿Cómo te sientes?

—Mucho mejor —respondió la niña con una pequeña sonrisa—. Supongo que necesito confiar en Dios para que Él cargue con mi preocupación por Isabel.

—Oraremos juntas —afirmó mamá mientras acomodaba a Priscila bajo las cobijas—. Y ahora duerme un poco. Tal vez podamos visitar a Isabel en el hospital mañana.

MEREDITH BROWER

ENTREGA TUS PREOCUPACIONES A DIOS

VERSÍCULO CLAVE: 1 PEDRO 5:7 (NTV)

PONGAN TODAS SUS PREOCUPACIONES Y ANSIEDADES EN LAS MANOS DE DIOS, PORQUE ÉL CUIDA DE USTEDES.

¿Alguna vez te asustas o te preocupas por las cosas malas que podrían pasar? Dios sabe que la preocupación es una carga pesada que es demasiado pesada para que la lleves por ti mismo. Esa es la razón por la que el Señor nos ha dicho que le entreguemos nuestras preocupaciones y temores a Él. Ora y entrega tus ansiedades a Dios. Él te ama y está más que gustoso de cargarlas por ti.

Clave de Hoy
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