El viaje misionero de Ámbar

—¡Adiós! —se despidió Ámbar mientras su tía se alejaba en su automóvil. La tía Nina había cenado con la familia de la niña esa noche. Después de la cena, la tía Nina les mostró fotografías del viaje misionero que había hecho recientemente. Ámbar suspiró al regresar a la cocina.

—Quisiera irme a un viaje misionero. Nunca hago nada importante.

—¿Por qué lo dices? —preguntó su madre, entregándole un plato a su hija.

—La tía Nina viajó a otro país para hablar a la gente de Jesús. Ayudó a los médicos en esa aldea para servir a los enfermos. Todo lo que yo hago parece insignificante.

Ámbar cerró la lavadora de platos y miró a su madre con tristeza.

—Toma —mamá puso un pan de ajo que sobró de la cena en las manos de la niña.

Ámbar miró el pan.

—¿Qué quieres que haga con esto?

—Dime lo que es.

—Pan —Ámbar se encogió de hombros—. No entiendo.

—¿Recuerdas la historia del milagro que hizo Jesús con unos pocos peces y panes?

Ámbar asintió.

—Un niño le dio su almuerzo a Jesús. No era mucho, pero era todo lo que tenía. Jesús lo convirtió en alimento suficiente para miles de personas hambrientas.

—Ese niño creía que Jesús podía hacer algo especial con lo que él le ofrecía —respondió mamá.

Ámbar metió el pan sobrante en una bolsita y esperó que su madre le explicara más.

—Jesús ha perdonado tus pecados y te ha dado una nueva vida, hija, y Él promete ayudarte a compartir Su amor con otros, para que también puedan conocerlo como su Salvador. ¿No crees que Él puede usar lo que tengas para ofrecerle, tal como lo hizo con el niño en la historia de la Biblia? —preguntó mamá.

—¿Y qué tengo para ofrecer? —Ámbar arrugó la frente.

—Bueno, la tía Nina necesitó empacar blusas de mangas largas para su viaje misionero. ¿Recuerdas cómo se dio cuenta de que una de ellas estaba rota? Tú se la cosiste.

—¡Es verdad! Y la vi usar esa blusa en muchas de sus fotografías.

Mamá asintió.

—Tuviste un papel en ese viaje misionero.

—Supongo que mi aguja e hilo fueron mis panes y peces —comentó Ámbar—. ¡Y espero que Dios pueda volver a usarlos otra vez pronto!

ALLISON WILSON LEE

DIOS HONRA NUESTROS ESFUERZOS FIELES

VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 3:20 (NTV)

QUE TODA LA GLORIA SEA PARA DIOS, QUIEN PUEDE LOGRAR MUCHO MÁS DE LO QUE PUDIÉRAMOS PEDIR O INCLUSO IMAGINAR MEDIANTE SU GRAN PODER, QUE ACTÚA EN NOSOTROS.

¿Te desanimas cuando no puedes hacer lo que otras personas hacen para servir a Dios? ¿Te preguntas si Dios podría usarte, ahí donde estás? ¡Él puede! Y cuando confías y sigues a Jesús, Él te mostrará lo que puedes hacer para compartir Su amor con los demás y ayudar a construir Su Reino. No importa si no te parece mucho; Dios puede usarlo cualquier cosa, grande o pequeña. Entrégale lo que tengas para ofrecer y confía en que el Señor lo usará para hacer grandes cosas.

Clave de Hoy
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