El regalo o el dador

“¡Qué bueno verte después de tanto tiempo!”, exclamó el tío de Lino.  Pasó por la ciudad en camino a un viaje de negocios y se detuvo para hacer una visita breve.  El tío Jacob le entregó un paquete al niño.  “Toma, Lino.  Como eres un artista tan bueno, me pareció que esto te va a gustar”.

Lino rompió el papel de regalo.  “¡Qué genial!  ¡Una pluma 3D!  ¡Gracias, tío Jacob!”

En poco tiempo, Lino abrió la caja y estaba ocupado analizando su contenido.  Su madre se inclinó hacia él.  “¿Por qué no dejas esto por un momento y lo sigues viendo después?”, le sugirió en voz baja.  “El tío Jacob no estará aquí mucho tiempo”.

“Bueno”, dijo Lino, pero seguía leyendo las instrucciones para ser cómo funcionaba la pluma.

De repente, Lino oyó al tío Jacobo decir: “Bueno, ya tengo que seguir con mi viaje”.

“¿En serio?  ¿Tan pronto?”, preguntó el niño.  “Pero acabas de llegar”.

“Eso parece, ¿verdad?”, afirmó el tío.  “Esperaba que me cuentes de tu viaje con los de la iglesia, pero realmente me tengo que ir”.

Después de despedirse, el automóvil del tío Jacob salió del garaje y mamá se dirigió a Lino con el ceño fruncido: “Hijo, ignoraste a tu tío todo el tiempo que estuvo aquí”.

“No fue mi intención”, admitió Lino, avergonzado.  “Es que me emocioné tanto con mi nueva pluma.  Lo lamento”.

“El tío Jacob también lo lamenta”, indicó su papá.  “Me di cuenta de que estaba decepcionado cuando no le pusiste atención”.

“Pero, papá”, insistió Lino, “¿acaso él no quería que disfrutara el regalo que me trajo?”

“Claro que sí”, aseguró el padre, “¡pero te interesaste tanto por el regalo que te olvidaste del dador de ese regalo!  Aunque creo que es algo que todos lo hacemos alguna vez”.

“Por ejemplo, ¿cuando pasaste todo el día montado en la nueva cortadora de césped que mamá te dio por su aniversario?”, preguntó Lino.

Su padre rio.  “Bueno, sí, eso también, pero estaba pensando más bien en los regalos que Dios nos da.  Él quiere que disfrutemos todo lo Él nos da, como la familia, los amigos, los talentos y los bienes materiales.  Pero es posible que nos quedemos tan envueltos en los regalos, que nos olvidamos del Dador.  Jesús dio Su vida para salvarnos del pecado y siempre está con nosotros.  Conocerlo a Él es el mejor de todos los regalos”.  —  SHERRY L. KUYT

AMA AL DADOR MÁS QUE AL REGALO

VERSÍCULO CLAVE: 1 TIMOTEO 6:17 (NTV)

DEBERÍAN DEPOSITAR SU CONFIANZA EN DIOS, QUIEN NOS DA EN ABUNDANCIA TODO LO QUE NECESITAMOS PARA QUE LO DISFRUTEMOS.

¿Hay veces en que pones más atención a los regalos que al dador?  Es bueno que las personas sepan que aprecias lo que te dan, pero asegúrate de que sepan que los más a ellos también.  El mayor Dador de todos es Dios, y Su mejor regalo es Su Hijo, Jesús, que murió y resucitó para que pudieras tener una relación con Él.  Dale gracias al Señor por todos los regalos que te ha dado y disfruta de la amistad que tienes con Él

Clave de Hoy
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