Cuando sale el lagarto

Jenny chilló y se aferró a su mamá cuando la furgoneta se detuvo junto a un enorme lagarto en el pantano.  La gente a su alrededor se puso de pie para tomar fotografías de la bestia que se asoleaba a la orilla de la carretera.

Su guía les contó algunos datos sobre los lagartos, y luego el tranvía comenzó a moverse.  Jenny se sintió relajada mientras el guía señalaba ibis, garzas y otras aves nativas.  La niña se rio de los sonidos graciosos que hacían cuando los sorprendía la furgoneta y salían volando.

Cada vez que se encontraban con un lagarto, Jenny se ponía tensa y se aferraba del brazo de su madre.  La mamá trató de asegurarle que estaban completamente seguras.  “Corazón, no debes tener miedo.  Los lagartos rara vez molestan a las personas.  Solo relájate y disfruta la oportunidad de ver criaturas tan interesantes”.

“Pero, mamá”, respondió Jenny, “tienen tantos dientes y el guía dijo que a veces se mueven muy rápido.  Tengo miedo.  ¿Y si alguno se trepa a la furgoneta y me come?”

La madre se rio.  “Oh, Jenny, no tienes que preocuparte.  El conductor puede acelerar y no permitirá que ningún lagarto se suba a la furgoneta.  Además, tendría que comerme primero a mí, antes de alcanzarte a ti”.

El guía del tour comenzó a contar la historia de un niño que se cayó en uno de los canales y aterrizó en un lagarto. El animal lo agarró con sus fuertes mandíbulas, pero la mamá saltó y metió su brazo en la boca del lagarto, que enseguida soltó al muchacho.  Lo llevaron de urgencia al hospital y tenía algunas costillas rotas; su mamá tenía algunas cortaduras, pero ambos estaban bien.

Mamá acarició el brazo de Jenny.  “Esa madre estuvo dispuesta a arriesgar su vida para salvar a su hijo, y yo también.  Además, eso es lo que Jesús hizo por nosotros.  Estábamos atrapados en las fauces de Satanás a causa de nuestro pecado, pero Jesús derrotó a satanás y nos salvó a entregar Su vida en la cruz.  Puede que Satanás todavía trate de dañarnos al tentarnos para pecar o haciéndonos sentir culpables, pero ya no debemos tener miedo de él.  Jesús nos hizo libres”.

Jenny sonrió.  “¿Podemos comprar un lagarto de peluche para recordar lo que Jesús ha hecho por nosotros?  ¡Mira, allá hay otro lagarto!”  La niña se inclinó hacia adelante para verlo más de cerca. ROBYN MULDER

JESÚS NOS SALVA DE LAS GARRAS DE SATANÁS

VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 53:5

PERO ÉL FUE HERIDO POR NUESTRAS TRANSGRESIONES, MOLIDO POR NUESTRAS INIQUIDADES.  EL CASTIGO, POR NUESTRA PAZ, CAYÓ SOBRE ÉL, Y POR SUS HERIDAS HEMOS SIDO SANADOS.

¿Alguna vez has visto un lagarto vivo?  ¿Te dio miedo?  Ver una criatura así puede dar miedo, pero nada da tanto temor como quedar presos del pecado y de Satanás.  Esa es la razón por la que Jesús vino a la tierra y murió, para pagar el precio por nuestro pecado, para que podamos ser salvos y tener vida eterna con Él.  Cuando confiamos en Él, no debemos tener miedo de Satanás.  (Lee aquí acerca de las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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