Como si nunca hubiera pasado

Los ojos de Zacarías saltaron mientras veía su computadora portátil, conmocionado.

—¿Qué?  ¡NO!

Xenia entró corriendo en su habitación.

—¿Qué pasó, Zacarías?

El niño tartamudeó y apuntó a la pantalla.

—Estaba…  estaba aquí… ¡pero ya no está!

Xenia miró el documento en la pantalla; estaba en blanco, excepto por una letra.  Ella se volvió a su hermano menor, confundida.

—¿T?

Levantándose de la silla, Zacarías levantó los brazos y se lamentó:

—Era mi reporte de ciencias.  Estaba por terminar, pero cuando lo estaba revisando, me di cuenta de que escribí «trión» en lugar de «tritón», así que quise aumentar la «t», ¡pero desapareció todo lo demás! —el niño estaba a punto de llorar.

Xenia dio unas palmaditas en el hombro de su hermano y sonrió.

—Tranquilo, ya sé lo que pasó.  Accidentalmente seleccionaste todo el documento antes de aplastar la tecla.  La computadora pensó que estabas reemplazando todo el texto con esa «t».

A Zacarías le costaba contener las lágrimas.

—¡Pero eso no era lo que yo quería hacer!

—Está bien.  Mira esto —su hermana sostuvo una tecla con su meñique y presionó otra con su índice.  Como por arte de magia, «Nuestros amigos los anfibios» reapareció en la pantalla, sin que faltara una palabra.

Zacarías quedó boquiabierto.

—¡Qué alivio!  ¡Gracias!  ¿Cómo lo arreglaste?

Xenia señaló el teclado.

—Aplasté control-Z.  Eso le ordena a la computadora a deshacer lo que acabaste de hacer.

—¡Guau!  —asombrado, Zacarías se sentó otra vez en el escritorio y corrigió la palabra «tritón»—.  Ahora mi reporte está perfecto.  Es como si esto nunca hubiera pasado.

—Sí, lo mismo que pasó con nosotros —Xenia guiñó el ojo.

—¿Con nosotros?  ¿Qué quieres decir? —preguntó Zacarías.

—¿Recuerdas lo que aprendimos en la iglesia sobre Jesús?

El niño asintió.

—¿Te refieres a cómo Él murió y resucitó para que podamos ir al cielo?

—Exacto.  Todos hemos hecho cosas que quisiéramos deshacer… cosas mucho peores que borrar la tarea de ciencias.  Pero no tenemos que quedarnos atrapados en esos errores para siempre.  Jesús pagó el precio por nuestros pecados y, cuando confiamos en Él, todos son perdonados.  Así que, para Dios, es como si nunca hubiera pasado nada.  Podemos ser perfectos delante de Él.

—Ya lo entiendo —afirmó Zacarías—.  ¡Jesús presionó el control-Z en mis pecados!

Xenia rio.

—Sí, y hay algo más que Jesús hace igual a esta computadora —la hermana mayor presionó control-G para guardar la tarea—.  ¡Él nos guarda y nos salva!  —  JUAN LEATHERMAN

JESÚS NOS SALVA DEL PECADO

VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 1:18

AUNQUE SUS PECADOS SEAN COMO LA GRANA, COMO LA NIEVE SERÁN EMBLANQUECIDOS.

¿Alguna vez hiciste algo que quisieras no haber hecho?  ¿Te parece que nunca vas a poder arreglarlo?  No puedes hacer las paces con Dios por ti mismo, ¡pero Jesús puede ayudarte!  Él entregó Su vida para pagar por todos tus pecados.  Cuando confías en Él, tus pecados son perdonados y Dios te aceptará en Su gracia, como si nunca hubiese pasado nada.  (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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