Blanca Navidad

La Navidad siempre había sido uno de los días favoritos de Miriam, pero este año se sentía triste.  La niña suspiró mientras arrastraba sus pies hasta la cocina para su desayuno especial de Navidad.  “Este año no he podido entrar en el espíritu navideño”, susurró.

“Sí”, dijo su hermana, Lana.  “¿Cómo puede alguien celebrar la Navidad cuando hace tanto calor?  ¡Quisiera que no nos hubiéramos mudado a la costa!”

“Qué absurdo”, opinó Luis.  “Estoy seguro de que la gente que siempre ha vivido aquí odiaría el frío y la nieve que teníamos antes.  Además, la Navidad no tiene nada que ver con el clima”.

Mamá puso una bandeja con frutas en la mesa y sonrió a las niñas.  “Tu hermano tiene razón”.

“El espíritu de la Navidad debe venir de adentro”, afirmó papá mientras servía jugo para todos, “no del clima.  De hecho, hoy podríamos disfrutar de una blanca Navidad aquí mismo, en la costa”.

“¿Una blanca Navidad?  ¿En la costa?”  Miriam negó con la cabeza.  “No me puedo imaginar a las palmeras cubiertas de nieve”.

“Estoy pensando en lo que dice un salmo”.  El padre tomó la Biblia y la abrió en el Salmo 51.  “A ver, Lana, lee la última parte de este versículo”.

Tomando la Biblia en sus manos, Lana leyó: “Lávame, y seré más blanco que la nieve”.

“David escribió esas palabras después de haber pecado”, explicó papá.  “Como pueden ver, niños, debido a que confiamos en Jesús, Él ha limpiado nuestros corazones y siempre nos perdonará cuando hagamos algo malo.  Cuando confesamos nuestros pecados y le pedimos perdón a Jesús, Él los limpia.  Él nos hace más blancos que la nieve de las montañas o de cualquier otro lugar.  ¡Eso es más importante que tener una blanca Navidad por fuera!”

Miriam suspiró.  “Bueno, todavía extraño la nieve en Navidad, pero en verdad me alegra que Jesús haya venido para que podamos tener otro tipo de blanca Navidad, ¡sin importar dónde estemos!”

Mamá los acompañó en la mesa.  “Antes de pasar los alimentos, demos gracias a Jesús por darnos la mejor blanca Navidad de todas”.  DEANA ROGERS

JESÚS ES LA NAVIDAD

      VERSÍCULO CLAVE: SALMO 51:7

LÁVAME, Y SERÉ MÁS BLANCO QUE LA NIEVE.

¿De dónde proviene tu espíritu navideño?  ¿Depende del clima o de los regalos que hay bajo el árbol?  ¿O proviene del verdadero significado de la Navidad, que Jesús vino para salvarnos del pecado?  Si confías en Jesús como tu Salvador, que el verdadero gozo de la Navidad brote del conocimiento de Él.  ¡Jesús ha dejado tu corazón blanco como la nieve!

Clave de Hoy
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