Aquí y en todos lados

—Mamá, ¿dónde está Dubái? —preguntó Sancho cuando regresó a su casa, después de la escuela.

—Está en el Medio Oriente —contestó su madre—. ¿Por qué quieres saberlo?

—El papá de Tobías consiguió un trabajo allá. Se mudarán el próximo mes —respondió Sancho. Él y Tobías habían sido mejores amigos desde el preescolar y eran casi inseparables.

—Oh, ya veo —expresó mamá—. A ver, déjame mostrarte dónde está —ella se dirigió a su computadora y abrió un sitio web con mapas—. Aquí vivimos nosotros —dijo, señalando un punto—, y… —ella señaló otro punto—. Esto es Dubái.

Al principio, Sancho no dijo una palabra, solamente se veía triste y su madre puso su brazo en el hombro de su hijo con gentileza.

—¡Es realmente lejos! —exclamó Sancho después de un minuto—. Voy a extrañar mucho a Tobías —el niño suspiró—. Siempre jugamos en el recreo juntos. Voy a estar solo… y Tobías también. No conoce a nadie en Dubái.

—Al inicio no conocerá a nadie —afirmó su madre—. Es difícil cuando amigos y familiares se mudan lejos —ella miró pensativa la pantalla de su computadora—. Cierra tus ojos y apunta a cualquier punto de este mapa —. Sancho apuntó al Asia—. Ahora mira a dónde apuntaste —le dijo mamá. Sancho abrió sus ojos y miró—. Dios está ahí —aseguró su madre—. ¡Hazlo otra vez!

Sancho cerró los ojos una vez más, apuntó y después vio que era Australia.

—¡Dios también está ahí! Hazlo otra vez —indicó mamá.

Sancho cerró los ojos y apuntó a México.

—¿Sabes qué? —preguntó la madre—. Dios también está ahí. No importa a dónde vaya Tobías, Dios estará allí, y también está aquí contigo. El Señor siempre estará contigo. Las personas vienen y van, ¡pero Jesús nunca te dejará! Él promete que estará siempre con quienes confían en Él, sin importar dónde se encuentren o lo que estén viviendo.

—¿Y si yo estuviera aquí? —Sancho apuntó un lugar en medio del Océano Atlántico.

—¡Dios también está ahí! —confirmó mamá—. ¡Pero yo no! Así que, por ahora, ¡te quedarás aquí donde yo pueda verte, jovencito!

Ambos rieron y Sancho se sintió mejor al saber que, cuando Tobías se mudara, ninguno de ellos estaría solo. Estaba ansioso por ver a su amigo y contarle las buenas noticias.

A. W. SMITH

NUNCA ESTÁS SOLO

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 28:20

[JESÚS DIJO:] “YO ESTOY CON USTEDES TODOS LOS DÍAS, HASTA EL FIN DEL MUNDO”.

¿Has tenido que mudarte a un nuevo lugar? ¿Algún buen amigo tuyo se fue a vivir lejos? Quizá te sientas solo a veces, aun si no has pasado por cambios grandes en el lugar en el que viven tú o tus familiares y amigos. Recuerda que Dios está contigo dondequiera que estés. Él llena toda la tierra y, si conoces a Jesús, siempre estará a tu lado para consolarte cuando sientas la soledad. Sin importar dónde estés, nunca estarás solo.

Clave de Hoy
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