Aprende a ser paciente

Con un suspiro, Jena dejó caer sus libros en la mesa y se desplomó en la silla junto a su madre.

“¿Pasó algo?”, preguntó mamá, poniendo a un lado su tableta.

“Es Mila”, contestó Jena.  “Ya sabes… esa niña fastidiosa de mi clase.  No lo puedo evitar… no me cae bien para nada”.

La madre asintió.  “Sé que puede ser difícil amar a algunas personas, especialmente aquellas que parece que nos hacen la vida más difícil, pero Jesús los ama y quiere que también los amemos”.

“¡Yo sé!”, exclamó Jena.  “Pero creo que nunca voy a poder amar a Mila como debería”.  La niña suspiró nuevamente.  “Dios debe estar muy molesto conmigo”.

Mamá se rio.  “No creo que Dios esté molesto contigo, mi hijita.  Él siempre es paciente y amoroso con Sus hijos.  Pídele que te ayude a recordarlo, para que puedas tratar a Mila del mismo modo.  Tu papá y yo también vamos a orar por eso”.

“Bueno”, respondió Jena con un suspiro.  “Solo espero que Dios no tire la toalla conmigo”.  La niña se puso de pie.  “Mamá, ¿puedo hacer galletas con chispas de chocolate?”

“Claro que sí”, indicó su madre.  “¿Necesitas ayuda?”

“¡No!  Yo puedo sola”.  Mientras Jena sacaba los ingredientes, su hermanito de cuatro años entró corriendo a la cocina.  “¡Hola, pequeñito!  ¿Quieres aprender a hacer galletas?”, preguntó Jena.

“¡Sí!”  Julio brincaba de arriba hacia abajo por la emoción.

“¿Sabes, Jenna?  Para enseñarle a Julio a hacer galletas vas a necesitar un poco de paciencia”, advirtió su mamá.

“Está bien”, afirmó Jena.  “Le daré toda la ayuda que requiera”.

“¿No te vas a fastidiar después de un rato?  ¿No vas a darte por vencida?”, preguntó la madre.

“¡Por supuesto que no!  Yo sé que es chiquito y necesita un tiempo extra para aprender las cosas”.

“Bueno, ¿crees que Dios sea menos paciente que tú?”, preguntó mamá.

“Eh… no”, señaló Jena, un poco confundida.

La madre sonrió.  “Así como tú serás paciente con Julio al ayudarle para que aprenda a hacer galletas porque es tu hermanito y lo amas, Jesús será paciente contigo, mientras aprendes a amar a Mila.  ¡Él te ama tanto que murió en la cruz para salvarte!  Jesús jamás se dará por vencido contigo.  Confía en que Él te ayudará a aprender y a crecer para que seas más como Él… sin importar cuánto tiempo se requiera”.RHONDA BRUNEA

CONFÍA EN QUE DIOS SERÁ PACIENTE

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 1:6

EL QUE COMENZÓ EN USTEDES LA BUENA OBRA, LA PERFECCIONARÁ HASTA EL DÍA DE CRISTO JESÚS.

¿Eres impaciente con tu crecimiento espiritual?  ¿Estás frustrado porque te has dado cuenta de que te cuesta mostrar amor a la gente o resistirte a hacer cosas que sabes que están mal?  No te des por vencido.  Jesús sabe que tienes mucho por aprender.  Él te ama y no tirará la toalla contigo.  Confía en que Él será paciente contigo y te dará fuerzas mientras aprendes a amar a los demás y a vivir como Él desea.

Clave de Hoy
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