Zarzas ardientes

—Hoy nos enseñaron una historia bíblica sobre Moisés en mi clase de la iglesia —le contó Aurora a su familia durante la cena—. Aprendimos que Dios habló con Moisés desde una zarza ardiente. Nuestra maestra dice que Dios sigue hablando con las personas.

Bruno clavó su tenedor en una patata.

—Tal vez, pero no a través de cosas tan interesantes como una zarza ardiente —él sonrió—. Me gustaría ver una de esas… y no me refiero a los árboles que tienen hojas rojas y parece que están en llamas. ¡Quisiera ver un árbol que en verdad esté prendido en fuego!

—¡Sí! —exclamó Aurora—. ¡Imagina que uno de los mejores arbustos de mamá esté en llamas y que Dios nos hable a través de él!

Su madre rio.

—Pero que sea un arbusto que esté muy atrás en el jardín, por favor. ¡No queremos quemar la casa!

—¿Saben? No se necesita un arbusto ardiente de verdad para que Dios nos hable —aseguró papá—. Esa zarza solo fue lo que llamó la atención de Moisés. Fue cuando él dejó de hacer lo que estaba haciendo para ir a ver ese arbusto que Dios le habló. Hoy en día Dios nos habla a través de Su Palabra, la Biblia, y muchas veces utiliza un diferente tipo de zarza ardiente para llamar nuestra atención. Las situaciones que afrontamos en la vida pueden ayudarnos a poner la atención en el Señor, para que podamos escuchar lo que Él nos quiere decir.

—¿Así como cuando la abuela murió cuando yo era pequeño? —preguntó Bruno—. Nunca había pensado sobre la muerte y me asustó. Pero después el pastor en el funeral de la abuela habló sobre Jesús y cómo no debemos tener miedo de la muerte porque Él murió y resucitó para salvarnos de ella, ¡entonces decidí confiar en Él como mi Salvador!

Papá sonrió y asintió.

—Las situaciones que Dios permite en nuestras vidas para llamar nuestra atención con frecuencia pueden ser difíciles —comentó—. Dios puede usarlas para que podamos ver cuándo necesitamos de Él.

—El Señor usa también a personas para hablarnos, como el pastor en el funeral de la abuela —señaló mamá—. Él llamó la atención de Bruno al compartir el mensaje del amor de Dios cuando necesitaba escucharlo.

—Correcto —afirmó papá—. Y cuando Bruno confió en Jesús, recibió el Espíritu Santo, que vive en nosotros y nos da sabiduría y entendimiento cuando leemos y escuchamos la Palabra de Dios.

Aurora sonrió.

—¡Eso es mucho mejor que una zarza ardiente!

TANYA FERDINANDUSZ

DIOS SIGUE HABLANDO HOY EN DÍA

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 16:13

CUANDO ÉL, EL ESPÍRITU DE VERDAD VENGA, LOS GUIARÁ A TODA LA VERDAD.

¿Crees que Dios ya no habla con las personas como lo hacía en las historias de la Biblia? Él sí habla, y lo hace a través de Su Palabra, la Biblia, y del Espíritu Santo. A veces también usa personas y circunstancias en nuestras vidas para ayudarnos a poner atención y escuchar lo que Él quiere decirnos. Por ello, mantente alerta a cualquier cosa que Dios esté tratando de decirte. ¿Hay alguna zarza ardiente en tu vida, personas o circunstancias que te apuntan hacia el Señor?