Vida de torta

—Ya llegué —exclamó Miguel al entrar por la puerta llevando un bolso de tela.

—¿Cómo te fue hoy en la iglesia? —preguntó su abuela.

—Me fue bien. Me gusta visitar la iglesia de Óscar, pero me sentiré feliz cuando estés bien y puedas llevarme otra vez a nuestra iglesia, abuelita.

—Yo también. Pronto estaré mejor y volveremos a ir juntos. Apuesto a que tienes hambre.

—Oh, casi lo olvido —Miguel abrió la bolsa de tela—. La mamá de Óscar nos mandó un poco de sopa, sándwiches y galletas, para que no tengas que hacer el almuerzo.

El niño puso la mesa con el almuerzo para los dos cuidadosamente, junto con un poco de limonada.

—Gracias, Miguel —expresó la abuela—. La mamá de Óscar es muy amable —mientras comían, la anciana preguntó—. ¿De qué habló hoy el pastor?

Miguel mordió su sándwich.

—En su mayoría habló de tortas.

La abuela se veía confundida.

—¿Torta? ¿Era la historia del arca de Noé?

—No —contestó Miguel—. Se trataba sobre Jesús y las tortas y el perdón y cosas así —el niño rio—. El pastor tenía la nariz congestionada por las alergias. Habló sobre su madre, pero cada vez que decía «mamá» sonaba así —Miguel se apretó la nariz y dijo—: Bo-ba.

La abuela sonrió.

—Cuéntame lo que el pastor dijo acerca de las tortas.

—Eso fue confuso. Dijo que todos podíamos tener la vida de torta. Pensé que nos iba a mostrar fotografías de tortas en la pantalla, pero no lo hizo. Quería preguntarle sobre eso más tarde, pero la mamá de Óscar estaba lista para salir.

—¿Estás seguro de que dijo que podías tener la vida de una torta, Miguel? Eso no tiene sentido.

—El pastor dijo que, si confieso mis pecados y confío en Jesús para salvarme, Él perdonaría mis pecados y me daría la vida de torta. Pero yo confié en Jesús hace un año y todavía no veo ninguna torta.

La abuela rio suavemente cuando se dio cuenta de lo que había pasado.

—Miguel, ¿sabes lo que significa la palabra «eterna»?

—Significa «para siempre», ¿verdad?

—Sí, ahora apriétate la nariz, como lo hiciste antes y di «eterna».

Miguel apretó su nariz con sus dedos.

—«E-torta».

La abuela asintió.

—Creo que el pastor, con su nariz congestionada, dijo «vida eterna» y sonó como «vida de torta».

Cuando Miguel escuchó su error, se rio tanto que rodó en el piso.

—Todavía me encantan las tortugas, ¡pero vivir con Jesús para siempre en el cielo es mejor!

TERESA AMBORD

CONFÍA EN JESÚS Y RECIBE LA SALVACIÓN

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 6:23 (NTV)

PUES LA PAGA QUE DEJA EL PECADO ES LA MUERTE, PERO EL REGALO QUE DIOS DA ES LA VIDA ETERNA POR MEDIO DE CRISTO JESÚS NUESTRO SEÑOR.

¿Has recibido la vida eterna con Jesús? La Biblia dice que nuestros pecados, o sea, las cosas malas que hacemos llevan a la muerte porque Dios debe castigar el pecado. Pero Jesús murió en la cruz para tomar ese castigo por nosotros y después resucitó. Confía en Jesús y Él perdonará tus pecados y te dará vida eterna con Él. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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