Usa la luz

Jeremías y su primo Eric se estiraron junto a la fogata.

—Normalmente no me gusta el pescado, ¡pero los que atrapamos hoy estuvieron muy buenos! —declaró Jeremías.

El tío Roberto asintió.

—El pescado siempre sale mejor cuando tú mismo lo atrapas —él sacó su celular del bolsillo—.  Ahora comamos nuestro alimento espiritual antes de dormir.  En casa, Eric, su mamá y yo siempre leemos juntos algunos versículos de la Biblia después de la cena.

—En mi casa no hacemos eso —indicó Jeremías—.  Mi papá dice que las personas que leen la Biblia son débiles que no pueden pensar por sí mismos —el niño miró a su tío, pidiéndole perdón con la mirada—.  Pero sé que tú no eres débil.

—Bueno, yo definitivamente leo la Biblia —respondió el tío Roberto—.  La Palabra de Dios es una parte muy importante de mi vida.  Escucha cómo la describe el Salmo 119: dice que es una luz que nos muestra el camino por el que debemos ir —los niños escucharon mientras el tío leía varios versículos de su celular.

Cuando el tío Roberto terminó de leer, Jeremías mató un mosquito de una palmada.

—¿Dónde está el repelente de insectos? —preguntó.

—Temo que lo dejé en el automóvil —señaló el tío Roberto.

—Yo voy por a traerlo, papá —ofreció Eric—.  Vamos, Jeremías.  ¡A lo mejor veamos un oso!

Pocos minutos después de caminar en el bosque, Jeremías se tropezó con un tronco y cayó.  Se puso de pie y vio que Eric se había golpeado con una rama colgada.

—¡Guau!  Qué oscuro está el bosque.  Vamos por una linterna —sugirió Eric, y los niños regresaron.

—Apuesto a que vinieron por esto —el tío Roberto les dijo cuando los vio.  Él estiró el brazo para entregarle la linterna a Jeremías, pero luego lo retiró—.  Espera, ¿estás seguro de que la luz no es solamente para las personas débiles que no pueden ver en la oscuridad?

—¿A qué te refieres? —preguntó el sobrino—.  Nadie puede ver en la oscuridad.

—Eso es verdad —afirmó el tío—.  Ni en el bosque, ni en la vida. 

Jeremías sonrió.

—Oh, ya entiendo.  Estás diciendo que necesitamos la Biblia para que nos dé luz en nuestras vidas.

El tío Roberto asintió.

—La Biblia brilla con la luz de Jesús, para que podamos ver Su amor por nosotros y cuánto Lo necesitamos.  La Palabra de Dios ilumina nuestro camino mientras seguimos y obedecemos al Señor durante toda nuestra vida.

—Está bien, me has convencido… leer la Biblia es importante —expresó Jeremías—.  Ahora, ¿podrías, por favor, darnos la linterna? 

BARBARA J. WESTBERG

LEE LA BIBLIA

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 119:105

LÁMPARA ES A MIS PIES TU PALABRA, Y LUZ PARA MI CAMINO.

¿No te parecería absurdo tropezarte en la oscuridad cuando hay una luz disponible?  Hay una luz que puede ayudarte a ver el camino correcto que debes tomar en la vida.  Es la luz de la Palabra de Dios.  la Biblia nos muestra quién es Dios y lo que hizo Jesús para salvarnos.  Ella nos guía mientras avanzamos por la vida con el Señor.  ¿La lees regularmente?  Usa la luz que está disponible para ti.

Clave de Hoy
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