Una medida de fe

“¡Oh, mira!”, exclamó Esperanza mientras ella y su hermano, Esdras, hacían un recorrido por el Salón de la Independencia con su familia.  La niña apuntó a una placa en la pared: “Filadelfia, la ciudad del amor fraternal”, leyó en voz alta.  “Me pregunto por qué la llaman así”.

“La ciudad fue fundada por un hombre llamado William Penn”, explicó su padre.  “Él era un cristiano devoto que empezó un asentamiento en esta área como una especie que experimento de un estilo de vida santo.  Todos debían relacionarse con paz, buena voluntad y amor fraternal”.

Esdras asintió.  “En clases aprendimos sobre William Penn”.

“En mi clase también”, comentó Esperanza.  “Recuerdo que a William Penn se preocupaba especialmente de que se trate justamente a los indios”.

“A los nativos norteamericanos”, le corrigió Esdras. 

“Es correcto.  Nativos norteamericanos”, afirmó Esperanza.  “Ellos confiaban en William Penn y él también confiaba en ellos.  Cuando prometían hacer alguna cosa, se creían mutuamente”.

“Así es”, indicó papá, “y, la mayoría de las veces, tanto Penn como los nativos eran dignos de confianza, porque cumplían las promesas que hacían”.  El padre sonrió a sus hijos.  “Conozco unas promesas que son mucho más dignas de confianza”.

“¿Sí?  ¿Las promesas de quién?”, preguntó Esdras.

“Tú dime”, le retó papá.  “¿Quién es el más digno de confianza de todos?”

“¡Yo sé de quién estás hablando!”, aseguró Esperanza.  La niña sonrió a su hermano.  “Se refiere a Jesús”.

Esdras rio.  “¡Debí imaginarlo!  A ver… una promesa es que Él nos dará todo lo que necesitamos.  Y… eh… ¿qué más?”

“Jesús prometió que siempre estará con nosotros”, expresó Esperanza.  “Y que, por lo que Él hizo, ¡tenemos vida eterna!”

Su padre sonrió.  “Es cierto.  Dios nos ha dado muchas promesas y podemos confiar en que Él las cumplirá.  Debemos creer lo que dice, tomarle la Palabra a Dios y actuar basados en Sus promesas”.

“¿Actuar basados en Sus promesas?”, preguntó Esdras.  “¿Qué significa eso?”

“Bueno, por ejemplo, cuando Jesús dice que proveerá todo lo que necesitamos, debemos dejar de preocuparnos y confiar en que Él hará precisamente eso.  Y si actuamos basados en la promesa de que Él siempre estará con nosotros, podemos acudir a Él para buscar consuelo y paz durante los momentos difíciles.  En otras palabras, nuestras palabras, nuestras acciones y actitudes deberían demostrar que creemos en lo que Él dice”.

Esperanza dijo que sí con la cabeza.  “¡Y podemos confiar en que Él guardará Sus promesas!”  —  JAN L. HANSEN

ACTÚA CON BASE EN LAS PROMESAS DE DIOS

MANTENGAMOS FIRME LA ESPERANZA QUE PROFESAMOS, PORQUE FIEL ES EL QUE HIZO LA PROMESA.

¿Crees en Dios cuando Él te promete algo?  Romanos 8:28 dice que Él hará que todo coopere para el bien de las vidas de aquellos que Lo aman.  Sigue confiando en Él, incluso cuando las cosas no vayan bien.  Cuando afrontes una situación difícil, recuerda la promesa que hizo Jesús de que siempre estará contigo.  Cree en Sus promesas y actúa con base en ellas.  Demuestra con tu vida que confías en Dios.

Clave de Hoy
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