Una familia que se preocupa
Josías miró la manualidad que había hecho en la escuela dominical. Era una caja cubierta en papel de construcción que decía «Jesús te ama y siempre cuidará de ti» en la parte de arriba. El niño suspiró. Esas palabras no lo hacían sentir feliz en absoluto. «Ya tengo personas que cuidan de mí», pensó. Entre sus padres y sus dos hermanas mayores, parecía que siempre había alguien preocupado por él o diciéndole qué hacer. Y ahora Jesús también cuidaba de él.
—Hola, Josías —saludó su hermana, Miriam, cuando salió de su clase—. Abigaíl y yo te llevaremos al automóvil —después que Josías se pusiera su abrigo, Miriam se aseguró de que estuviera cerrado hasta su quijada—. ¡Hace frío afuera y no queremos que te enfermes! —le dijo.
—Será mejor que también te pongas los guantes —indicó Abigaíl—. A ver, te ayudo.
Ella tomó uno de los guantes de Josías y estaba a punto de ponérselo en la mano cuando él se lo quitó.
—Yo puedo —dijo, esperando que nadie de su clase estuviera observando.
Cuando llegaron al automóvil, Abigaíl abrió la puerta para que su hermanito menor pudiera subir al asiento trasero.
—¿Listo? —preguntó su padre mientras encendía el carro—. ¿Disfrutaste la escuela dominical y la iglesia infantil?
—Sí —contestó Josías —. Hice esto —el niño le entregó la caja a su madre.
—Jesús te ama y siempre cuidará de ti —leyó mamá—. Eso es algo que necesito recordar.
—¿Jesús también cuida de ti? —preguntó Josías, sorprendido.
Su madre asintió.
—Jesús prometió que cuidará de todos quienes confían en Él, sin importar cuántos años tentamos.
—Oh, bueno. ¡Tengo a tantas personas que me cuidan! —respondió Josías con el ceño fruncido.
Papá sonrió.
—A lo mejor te parezca que hay demasiada gente que te dice qué hacer, pero todos lo hacemos porque te amamos. Una forma en que Jesús cuida de nosotros es al darnos una familia, para que podamos cuidarnos unos a otros.
Josías se quedó pensando en esa idea. «Entonces, Jesús usa a mamá, a papá y a mis hermanas para cuidar de mí», pensó. «¡Supongo que tener a tantas personas que se preocupan por mí es algo bueno, después de todo!».
AGNES KEMPTON
AGRADECE A DIOS POR TU FAMILIA
VERSÍCULO CLAVE: DEUTERONOMIO 31:8 (NTV)
NO TEMAS NI TE DESALIENTES, PORQUE EL PROPIO SEÑOR IRÁ DELANTE DE TI. ÉL ESTARÁ CONTIGO; NO TE FALLARÁ NI TE ABANDONARÁ.
¿Estás agradecido por tu familia? No todas las familias se ven iguales, pero Dios provee a personas en tu vida para que te amen y te cuiden porque Él te ama y te cuida. Aun Jesús tuvo una familia que demostró amor y preocupación por Él cuando estuvo en la tierra. Piensa en todas las personas que Dios ha puesto en tu vida para cuidar de ti, y dale gracias por cada uno de ellos.
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