Una bendición dolorosa

“¡Atrápalo, Walter!”  Su madre lanzó un disco volador que se remontó por los aires.  “¡No dejes que Amalia lo atrape!”  Walter y su madre eran del mismo equipo, en contra de Amalia y su papá.

Amalia chilló y trató de agarrar el disco volador, pero Walter saltó y lo atrapó con las yemas de los dedos.  Aterrizó mal y sintió cómo su tobillo se torcía mientras caía estrepitosamente.

“¡Ay!”, gritó, sosteniendo su tobillo.  Mamá y papá se acercaron corriendo.  “Estoy bien”, dijo Walter, pero cuando dio un paso, sintió un fuerte dolor en su pie.  El niño cojeó hasta una banca en el parque.

“Debemos ir para que te revisen esa torcedura”, sugirió su madre.

Papá estuvo de acuerdo.  “Voy a traer el automóvil lo más cerca que pueda y luego te ayudaré a subir”.

“¿Duele mucho?”, preguntó Amalia. 

Walter respiró profundamente mientras temblaba del dolor.  “Sí”.

“El dolor puede ser algo bueno”, aseguró su madre al momento en que papá llegaba con el automóvil.

“¿Algo bueno?”, exclamó Amalia.  “¡Debes estar bromeando!”

“No estoy bromeando”, afirmó mamá.  “El dolor es una alarma incorporada que nos dice que algo no está bien.  Si no te doliera el tobillo, Walter, podrías levantarte y seguir jugando.  Probablemente tu lesión empeoraría porque no habría nada que te dijera que te detengas”.

“Mamá tiene razón”, comentó papá mientras ayudaba a Walter a ponerse de pie.  “Un dolor de oído, de dientes o un tobillo adolorido son advertencias de que algo anda mal.  A veces el dolor puede aun salvar a las personas de morir”.

“Solo te falta decirme que le dé gracias a Dios porque me duele el tobillo”, dijo Walter, apoyándose en el brazo de su padre.

“Bueno, el dolor es el resultado de vivir en un mundo roto y pecaminoso, pero puedes dar gracias a Dios por usar algo malo, como el dolor, incluso para el bien”, indicó papá.  “Él puede utilizar aun las situaciones dolorosas, como un tobillo herido, un examen difícil en la escuela o incluso perder a algún ser querido, para ayudarnos a crecer en nuestra relación con Él.  Y no nos olvidemos de que Jesús sufrió dolor en la cruz cuando murió por nuestros pecados.  Cuando sufrimos el dolor, eso nos hace pensar en Su sacrificio y nos recuerda que Él hará desparecer para siempre el pecado y el dolor cuando regrese.  Hasta entonces, podemos estar agradecidos porque Él convierte hasta lo más doloroso en bendiciones”.  —  BARBARA J. WESTBERG

DIOS PUEDE USAR EL DOLOR PARA EL BIEN

VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 5:20

DEN SIEMPRE GRACIAS POR TODO, EN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, A DIOS, EL PADRE.

¿Agradeces todo lo que Dios ha hecho por ti, aun cuando sientes dolor?  Es difícil dar las gracias cuando algo te duele, pero recuerda que Dios puede utilizar tu dolor para el bien.  Jesús está contigo cuando tienes alguna dolencia, ya sea que estés sufriendo a causa de una lesión física o una situación difícil.  Él puede utilizar el dolor que experimentas para ayudarte a crecer y profundizar tu relación con Él… ¡Y llegará el día en que Jesús borrará todo el dolor para siempre.

Clave de Hoy
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