Un trío de dos miembros
—Hola, Pati —le saludó Tamara a su amiga a la entrada de la iglesia—. Las estoy esperando a ti y a Malena. ¿Estás nerviosa?
—Sí —contestó Pati—. Casi no pude dormir anoche —las niñas estaban emocionadas porque iban a cantar como un trío esa mañana, durante el culto de la iglesia.
En ese momento entró Toño, el hermano de Malena.
—¿Dónde está Malena? —preguntaron las dos niñas al mismo tiempo.
—¿No se enteraron? —Toño se veía sorprendido—. Ayer llamaron nuestros vecinos e invitaron a Malena a ir a acampar con ellos. Ella decidió irse y regresa en la noche. Creí que ella les avisó.
Tamara y Pati se miraron la una a la otra.
—¿Cómo pudo hacernos esto Malena? —se quejó Tamara mientras iban apresuradas a buscar a la señorita Andrea, la pianista.
—Oh, lo siento —expresó la señorita Andrea cuando Tamara le explicó que Malena no vendría—. Pero creo que las dos deberían cantar de todas maneras. Practiquemos la canción una vez. Estoy segura de que sus dos voces sonarán muy bien juntas.
Entonces, a pesar de que nunca habían practicado como dúo, ambas niñas cantaron y mucha gente les dijo que se oyeron muy bien.
—Todavía me hubiera gustado cantar como trío —opinó Tamara mientras iban de camino a casa—. ¡Me parece terrible que Malena no haya venido! ¡Dijo que estaría ahí!
—Es frustrante cuando las personas no cumplen con sus compromisos —su madre estaba de acuerdo—. Dejemos que este sea un recordatorio de lo importante que es cumplir con todos los compromisos que hagamos con otros.
Su padre asintió.
—Recuerda esta experiencia cada vez que tengas ganas de echarte para atrás de alguna cosa en el último minuto —sugirió—. Cuando no cumplimos con nuestra palabra, causamos dolor a las demás personas. Como hijos de Dios, somos llamados a ser como Jesús, quien es fiel y siempre cumple Sus promesas. Por supuesto, ya que no somos perfectos, fallaremos de vez en cuando. Pero podemos pedirle a Jesús que nos ayude a ser fieles en nuestros compromisos… y también pedir perdón a quienes hayamos hecho daño.
Tamara suspiró.
—Sé que voy a pensarlo dos veces la próxima vez que quiera echarme para atrás de algo que ya me comprometí a hacer —la niña dudó—. ¿Está bien que le diga a Malena cómo me siento?
—Sí, pero hazlo con amor, no enojada —indicó mamá—. Y abre tu corazón para perdonarla.
—Está bien —aceptó Tamara—. Así lo haré. — LENORA MCWHORTEN
TOMA EN SERIO LOS COMPROMISOS
VERSÍCULO CLAVE: 1 JUAN 2:5
PERO EL QUE GUARDA SU PALABRA, EN ÉL VERDADERAMENTE SE HA PERFECCIONADO EL AMOR DE DIOS. EN ESTO SABEMOS QUE ESTAMOS EN ÉL.
¿Tomas en serio tus compromisos? ¿Cumples con las cosas que aceptas hacer? ¿O hay veces en que no asistes cuando surge otra mejor opción? Cuando no cumples con lo que has prometido, haces daño a quienes dependen de ti. Si no has estado cumpliendo con tus compromisos, pídele a Jesús que te perdone. Luego confía en que Él te ayudará a ser más fiel con las demás personas, así como Él es fiel contigo.
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