Un feliz reencuentro
“¡No puedo creer que mañana nos iremos a vivir en otra ciudad!”, exclamó Micaela. “¡Estoy contando los minutos!”
Azucena asintió. “Parecería que han pasado siglos, no solo un año, desde que nos mudamos acá para que papá pudiera recibir el entrenamiento especial que necesitaba para su trabajo. Será tan divertido volver a ver a todos mis viejos amigos”.
“Hasta el año pasado, Juliana y yo estuvimos en la misma aula de la escuela todos los años, desde el jardín de niños”, comentó Micaela. “¿Crees que nos vuelva a tocar en la misma aula cuando regresemos mañana, mamá?”
“No sé”, admitió su madre. “Tal vez”.
“Espero que me toque una buena maestra, como la señora Cazares”, señaló Azucena. “¡Me caía tan bien! Pero también me da pena dejar a Jazmín y a Nicole en la escuela de acá. También son buenas amigas, pero no tanto como Karina y Esmeralda, allá en casa”.
“A mí también me emociona ver a mis amigas en nuestra ciudad”, compartió mamá. “Será como una especie de reencuentro, ¿no creen? Hace algunas semanas, el pastor Vélez habló sobre un reencuentro distinto. ¿Lo recuerdan?”
Micaela y Azucena negaron con la cabeza. “¿Cuál reencuentro?”, preguntó Micaela.
“El pastor habló de cómo Jesús regresará y cómo todos los cristianos estaremos juntos en el cielo con Él”, respondió su madre.
“Oh, sí, ya lo recuerdo”, afirmó Micaela.
“Pero no parece tan real como volvernos a reunir con todos los amigos de nuestra ciudad”, opinó Azucena, con cierta duda.
“Pero es real”, aseguró mamá, “y será una celebración y un reencuentro mucho más grandioso que el tendremos en nuestra ciudad. Los amigos cristianos que no hemos visto en mucho tiempo estarán ahí”.
“Sí, y estaremos con todos los cristianos que vivieron hace años, antes que naciéramos, ¿verdad?”, preguntó Micaela.
“Sí”, expresó su madre, “y lo mejor de todo es que veremos a nuestro Salvador, Jesús, y viviremos con Él para siempre”. — EVERLY MCCLAIN
EL CIELO ES UN REENCUENTRO
VERSÍCULO CLAVE: 1 TESALONICENSES 4:17
NOSOTROS, LOS QUE ESTEMOS VIVOS Y QUE PERMANEZCAMOS, SEREMOS ARREBATADOS JUNTAMENTE CON ELLOS EN LAS NUBES AL ENCUENTRO DEL SEÑOR.
¿Has sentido emoción por ver a viejos amigos? ¿Quizá cuando está por empezar el año escolar o tal vez cuando un amigo o pariente favorito que vive lejos viene de visita? Reunirte con amigos que no has visto en mucho tiempo es divertido, pero será mucho más maravilloso cuando todos los hijos de Dios estén juntos para siempre en el cielo. ¡Y conocer a Jesús cara a cara será lo mejor de todo!
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