Un cuerpo en Cristo
Sofía se quedó viendo a través del cristal del mostrador a los botes con helado. Al principio quería de fresa, pero después cambió de opinión. “Chicle, por favor”.
La mujer detrás del mostrador puso dos bolas de helado en un cono. Sofía le dio las gracias y siguió a su madre hasta una mesa.
“Sentémonos junto a la ventana”, sugirió su mamá. “Mira, ¿no es esa tu amiga Mariana?”
Sofía tomó asiento y miró afuera de la ventana. “Sí. Ella ya no está en mi misma clase este año, así que ahora solo la veo en el recreo”.
La madre puso su cartera en la mesa y se sentó. “Esta semana no la vi en la iglesia”.
Sofía probó su helado. “Ya no están yendo a la iglesia. Mariana dice que ahora tienen el culto en la casa, solo con la familia”.
“Oh… ¿Te dijo por qué?”
“No, realmente no. Su mamá dijo algo de que la gente en la iglesia es tan mala como las personas que no van a ninguna iglesia”. El helado de Sofía empezó a derretirse y una gota chorreó por el cono.
“Bueno, ella tiene razón al decir que todos somos pecadores”, opinó la madre. “Las iglesias no son perfectas porque las personas no son perfectas. Esa es la razón por la que necesitamos a Jesús. La iglesia es el lugar donde servimos junto s a Dios y nos recordamos unos a otros de Su amor y Su perdón”.
“Recuerdo que mi maestra de la escuela dominical decía que la iglesia es como un cuerpo”. Sofía tomó una servilleta y limpió el helado derretido de sus manos. “Una persona es como la mano y otra persona es como el pie. Y Jesús es la cabeza”.
“Exactamente. A veces es difícil llevarnos bien con los demás miembros del cuerpo, pero todavía los necesitamos”.
Sofía trató de escuchar, pero el helado comenzó a derretirse tan rápidamente que ella perdió el control. Su mamá observó cómo el cono goteaba y sonrió. “Puede que creas que lo único que necesitas para comer ese helado es tu boca, pero estarías en grandes problemas si no tuvieras tus manos, ¿verdad?”
Sofía se rio. “De es o no hay duda. ¡Este helado es un desastre!”
“Bueno, la iglesia también puede ser un desastre a veces, porque está compuesta de personas pecadoras. Pero esa es también la razón por la que es tan importante que nos ayudemos y animemos unos a otros. Oremos para que Mariana y sus padres regresen a la iglesia, para que puedan recordarnos el amor de Jesús cuando nos equivocamos… y nosotros podemos hacer lo mismo por ellos”.– ANNIKA KLANDERUD
LA IGLESIA ES IMPORTANTE
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 10:25 (NTV)
Y NO DEJEMOS DE CONGREGARNOS, COMO LO HACEN ALGUNOS, SINO ANIMÉMONOS UNOS A OTROS.
¿Crees que es importante ir a la iglesia? ¿O te parece que está bien que vayas dependiendo de cómo te sientas o solo si es alguna fecha especial? Jesús no quiere que tratemos vivir la vida cristiana por nuestra cuenta. Necesitamos pasar tiempo juntos para que podamos animarnos unos a otros y mantenernos en el camino cuando las cosas se ponen difíciles. Todos somos parte del mismo cuerpo y nos necesitamos unos a otros.
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