Muuuuucho contentamiento

¡Muuuu!

“¡Guau!”, gritó Josué.  Había estado tan concentrado que casi se estrella contra una gran vaca marrón que estaba en medio del camino.

El tío Paúl apareció en la puerta del granero.  “¡Oh qué bien!  ¡Encontraste a Clarisa!”

“Bueno, más bien nos encontramos mutuamente”, dijo Josué.  “Ella estaba muuuuuuy quieta”.

“¡Qué buen chiste!”  El tío Paúl sonrió.  “A ver, cuéntame, ¿cómo te fue en tu primer día?  Sé que debió costarte el cambio de escuela a medio año”.

Josué se encogió de hombros.  “Me fue bien.  Espero que el trabajo de papá le permita quedarse más tiempo aquí.  ¡Hemos vivido en tres estados diferentes en cuatro años!”  El niño suspiró.  “No sé… quizá pueda ser feliz una vez que echemos raíces”.

Mientras llevaba a Clarissa a su corral para el ordeño, dentro del granero, el tío Paúl comentó: “En lo que tiene que ver con los sentimientos, Josué, no siempre puedes confiar en ellos para ser feliz.  Puedes sentirte feliz, pero también puedes estar contento”.

“¿No son la misma cosa?”, preguntó Josué.

En lugar de responder, el tío Paúl haló un taburete para ordeñar y serpenteó con su dedo en el aire.  “¡Ven acá y te mostraré el fino arte de ordeñar una vaca!”

Después de una demostración rápida, Josué se puso a ordeñar a Clarisa.

“Tienes un talento natural”, señaló el tío Paúl con el sonido de ping-pong que hacía la leche cuando golpeaba la cubeta de metal.  “Y para responder a tu pregunta, sentirte feliz y estar contento no siempre son la misma cosa.  El apóstol Pablo lo aprendió mientras viajaba de un lugar a otro”.

“¡Oye, él viajaba de un lugar a otro, como yo!”, exclamó Josué.  “Entonces, ¿cómo aprendió la diferencia?”

“Pablo aprendió que, cuando pones tu fe y esperanza en Jesús, Él te ayudará a aprender a estar contento en cualquier situación.  Eso es diferente a sentirse feliz todo el tiempo.  El contentamiento es un sentimiento pacífico que solo Dios puede darte”.

El tío acarició el costado de Clarissa, que lentamente masticaba su cena.  “Así como Clarissa, cuando está aquí.  Cuando yo la veo, puedo decir que está muuuuy contenta”.

Después de reírse del chiste, el tío Paúl oró en voz alta para que Jesús ayudara a Josué a que aprenda a estar contente.  Incluso antes de que el tío Paúl dijera amén, Josué sintió en su alma la profunda paz que solo Dios puede dar. KELLY HOPE

JESÚS NOS DA CONTENTAMIENTO

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 4:11

NO QUE HABLE PORQUE TENGA ESCASEZ, PUES HE APRENDIDO A CONTENTARME CUALQUIERA QUE SEA MI SITUACIÓN.

¿Te cuesta tener contentamiento en donde estás?  ¿Quisieras que las cosas fueran diferentes en tu vida?  Incluso los personajes de la Biblia, como el apóstol Pablo, tuvieron que aprender a estar contentos cuando afrontaban circunstancias difíciles.  Cuando confías en Jesús y te enfocas en la esperanza que tienes en Él, Él te ayudará a aprender a tener contentamiento con la vida que te ha concedido.

Clave de Hoy
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