Torres que se caen

—Es tu turno, hijo —indicó mamá después de poner una pieza de madera encima de la torre inestable.

Timoteo tomó una pieza de la parte de debajo de la torre y cuidadosamente la meneó para sacarla. La torre se movió de un lado al otro por un segundo, antes de derrumbarse, enviando bloques por toda la mesa.

La madre comenzó a recoger las piezas de madera regadas por toda la mesa y apilarlas.

—Hoy recibí una llamada de la mamá de Adán. Dijo que su hijo se metió hoy en problemas por pelear con un maestro. Me contó que tu nombre se mencionó un par de veces. ¿Qué pasó?

Timoteo se agachó para recoger una pieza de madera que se había caído debajo de su silla.

—Sé que Adán es mi mejor amigo, pero últimamente ha estado de tan mal humor. Hoy estalló cuando el señor Granda le quitó su libró de cómics. Le dije a Adán que tenía que guardarlo antes que el maestro se diera cuenta de que se estaba haciendo el menso, pero no me escuchó. Creo que el señor Granda me oyó y así fue cómo se dio cuenta del libro de cómics. Adán estaba muy enojado conmigo.

—¿Qué te parece si jugamos una ronda más antes de irnos a dormir? —preguntó mamá, arreglando las piezas de madera para construir una torre sobre la mesa—. Parece que Adán está pasando por un tiempo difícil. Cuando hablé con su mamá, me contó que ayer firmó su divorcio.

Timoteo sacó una pieza de la mitad de la torre y la puso en la parte de arriba.

—No sé qué hacer por él. Ni siquiera sé si quiere seguir siendo mi amigo.

—A mí me parece que ahora necesita un amigo, más que nunca —opinó la madre—. La situación de Adán se parece mucho a este juego —mamá tomó la pieza que Timoteo acababa de poner encima—. Con todo lo que está pasando, Adán probablemente siente que alguien está quitando piezas de su torre. Pero un buen amigo que lo apoya y es paciente puede devolverle un poco de estabilidad a su vida —ella lentamente volvió a poner la ficha en el agujero.

—Entonces, ¿me estás diciendo que debería ser paciente con Adán, aun si en este momento no le caigo tan bien? —pregunto Timoteo.

—No solo lo digo yo —aseguró mamá—. Dios siempre es paciente con nosotros, especialmente cuando no lo merecemos. Y Él quiere que mostremos amor y paciencia a los demás.

JOSH MOSEY

SÉ PACIENTE CON TUS AMIGOS

VERSÍCULO CLAVE: PROVERBIOS 17:17

EN TODO TIEMPO AMA EL AMIGO, Y EL HERMANO NACE PARA TIEMPO DE ANGUSTIA.

¿Eres paciente y amable con tus amigos, aun cuando no se portan tan bien contigo? La vida puede ser difícil, y a veces se siente como si alguien quitara fichas de nuestras torres. Esas son las veces en las que necesitamos más a nuestros buenos amigos. Jesús es ese tipo de amigo, que nos muestra paciencia y amor cuando parecería que todo se derriba a nuestro alrededor. Confía en que Él te ayudará a ser un buen amigo, como Él.