Sufrir las consecuencias

Donato tomó un pedazo de papel arrugado del piso y lo abrió.  Era una hoja volante que promocionaba descuentos en una de las tiendas locales.  El niño lo volvió a arrugar y lo tiró al suelo.

“¿Por qué haces eso?”, gritó su madre desde la puerta de la casa.

“No es nada importante”, contestó Donato.  “Además, así fue como lo encontré, así que alguien más lo dejó ahí”.  El niño pateó la bola de papel al otro lado de la vereda.

“Donato, recógelo y bótalo en la basura, por favor.  Sé que no fuiste tú quien botó ese papel, pero todos debemos hacer nuestra parte para que nuestro vecindario se vea bien, aun si eso significa recoger basura que le pertenece a otra persona”.

Donato suspiró y levantó el papel.  “Esta es la segunda vez esta semana que me ha tocado cargar con las consecuencias de algo que otra persona hizo”, se quejó, pensando en el día anterior, cuando sus hermanos menores gemelos tuvieron una rabieta en el parque y su madre tuvo que llevarlos a todos a casa temprano.  El niño arrojó el papel arrugado en la basura y se sentó en la puerta, junto a su mamá.

“Sé que parece que últimamente te has llevado la peor parte por las consecuencias de otras personas”, notó su madre, “pero recuerda que ha habido veces en que otros han recogido tu basura.  De hecho, con frecuencia recojo las envolturas de tus dulces que dejas por toda la casa.  Además, ahora recuerdo que la última vez que tuve que traer a todos a casa temprano de una salida divertida fue por algo que tú hiciste.  Solo hay una persona que fue completamente inocente y tuvo que sufrir las consecuencias de los culpables.  ¿Sabes quién es?”

Donato meditó su respuesta.  “¿Es Jesús?”

Mamá asintió.  “Jesús nunca pecó, pero murió en la cruz por nuestros pecados.  Él sufrió las consecuencias que nosotros merecíamos, para que podamos tener vida eterna con Él”.

Donato pensó un poco más en lo que su mamá le había dicho.  Luego hizo una breve oración, dándole gracias a Jesús por sufrir las consecuencias de su pecado. – MELISSA YEAGLE

JESÚS SUFRIÓ LAS CONSECUENCIAS DE NUESTRO PECADO

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 6:23

PORQUE LA PAGA DEL PECADO ES MUERTE, PERO LA DÁDIVA DE DIOS ES VIDA ETERNA EN CRISTO JESÚS SEÑOR NUESTRO.

¿Has sufrido las consecuencias por lo que otra persona hizo?  A pesar de que no hayas hecho nada malo en ese momento, sí has cometido bastantes cosas malas en tu vida.  Todos somos pecadores y todos merecemos sufrir las consecuencias de nuestro pecado, que son la separación con Dios para siempre.  Pero Jesús murió para que nosotros no muramos.  Él sufrió las consecuencias que tú mereces para que puedas tener vida eterna con él.  (Lee aquí sobre las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti ).

Clave de Hoy
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