Semillas de paciencia
“Mamá, ¿cuándo se mudarán las personas que viven en nuestra casa?”, le preguntó Ana a su madre mientras trabajaban en el jardín.
Mamá suspiró. “No lo sé, hijita. Ha sido difícil para todos desde que tu padre y yo perdimos nuestros trabajos, pero le doy tantas gracias a Dios porque nos ha dado una casa que podemos compartir con otras personas para ganarnos algunos dólares extra”.
Ana dejó a un lado la regadera. “Pero realmente extraño que la casa sea solo para nosotros. He estado orando para que consigan nuevos trabajos y las cosas vuelvan a la normalidad, pero no ha sido así”.
La madre puso su brazo alrededor de Ana. “Sé que a veces es difícil, pero supongo que es como las semillas que estamos cultivando ahora mismo”.
“¿Mis zanahorias?”, preguntó Ana, confundida.
“Bueno, no siempre creíste que eran zanahorias, ¿verdad?”, afirmó mamá juguetonamente.
Ana rio. “Sí, ¡creí que estaba sembrando papas!”
“Y entonces, ¿qué pasó?”, preguntó su madre.
“Bueno, me sentía muy frustrada porque parecía que solo crecía hierba, pero me dijiste que fuera paciente y orara. Después de unas semanas de orar y de regar las plantas, estaba a punto de darme por vencida. ¡Entonces comencé a desenterrarlas y me di sorprendí al encontrar zanahorias bajo las matas!” Ana suspiró profundamente. “Creo que ya veo a dónde quieres llegar con esto, mamá”.
“¿A dónde?”, inquirió la madre.
Ana miró sus plantas. “Que, a pesar de que esto no es exactamente lo que tenía en mente, debo confiar en que Dios está sembrando semillas en mi vida para que yo crezca y me convierta en la persona que Él desea, con todo y zanahorias”.
“¡Muy bien!”, exclamó mamá. “Él nos está ayudando para que aprendamos a compartir Su amor con los demás. Y recuerda que Jesús está con nosotros en esta travesía. Podemos confiar en Su plan para nuestras vidas porque Él nos salvó y nos ha dado vida eterna. También tenemos mucho por lo cual estar agradecidas… como el estar juntos, como familia, cuidando la casa…”
“…nuestro jardín y todos los amigos que tenemos para compartir nuestra casa”, comentó Ana con una sonrisa. “Solo debemos ser pacientes mientras Dios siembra las semillas para hacernos crecer”. — GABRIELLA HSU
SÉ PACIENTE MIENTRAS CRECES
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 10:36 (NVI)
USTEDES NECESITAN PERSEVERAR PARA QUE, DESPUÉS DE HABER CUMPLIDO LA VOLUNTAD DE DIOS, RECIBAN LO QUE ÉL HA PROMETIDO.
¿Estás pasando por algo difícil en este momento? ¿Parecería que Dios no responde tus oraciones? Podría ser difícil esperar a que Dios obre según Su plan, pero debes saber que Él te ama y usará para bien lo que ahora enfrentas. Sigue orando y sé paciente; confía en que Dios estará contigo en los tiempos difíciles y los usará para hacerte crecer.
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