Se parece mucho a mí

“¡Mamá!”  Manolo pasó furioso por la sala, pasó frente al nacimiento y el árbol de Navidad, para entrar en la cocina.  “Mira esto”.  El niño le mostró cuatro tarjetas de béisbol.  “¡Abi dibujó corazones en mis mejores tarjetas!”

“Oh, no”.  Su madre cerró la puerta del horno.  “Hablaré con ella después que se despierte de su siesta.  Pero tienes que recordar que ella tan solo tiene cuatro años”.

“Lo sé, pero estoy harto de que se meta con mis cosas”.

Mamá puso una mano en el hombro de su hijo.  “Podemos hablar con Dios sobre eso.  ¿Sabes?  Jesús fue alguna vez un niño de ocho años, como tú”.

“Sí, pero ¿tenía que preocuparse porque niños pequeños agarraban Sus cosas?”

Su madre sonrió.  “Tal vez sí.  Los autores de los libros de Judas y Santiago en la Biblia eran hermanos de Jesús”.

Manolo se dirigió nuevamente a la sala y examinó el pesebre.  Su madre le siguió.  “Pero en cada Navidad vemos a María y a José solo con un bebé”, comentó el niño.  “¿Dónde están los otros niños?”

“Jesús fue el primer hijo de María.  Los demás niños llegaron después”.

Los ojos de Manolo se abrieron por el asombro.  “¿Jesús era el hijo mayor de Su familia, así como yo soy el mayor en la mía?”

“Así es.  Jesús era el Hijo de Dios, pero de muchas maneras se parecía mucho a ti”.

Manolo dejó de mirar las figuras que estaban sobre la mesa.  “Pero los varones son diferentes que las niñas.  Jesús no tenía hermanas menores que arruinaban sus cosas favoritas”.

“No estoy tan segura de so”.  Mamá se sentó en el sillón.  “La Biblia dice que Jesús también tenía hermanas menores.  Probablemente también tomaban sus cosas a veces, así como tu hermanita lo hace con las tuyas”.

Manolo ojeó las tarjetas que tenía en sus manos.  “Qué genial que Jesús se parezca tanto a mí”, opinó.  “Pero todavía no me gusta que Abi haya dibujado corazoncitos rosados y morados en las caras de mis jugadores favoritos de béisbol”.

“Lo sé”, afirmó su madre.  “Pero la Biblia nos dice que podemos acudir a Jesús para pedirle ayuda con cualquier cosa, porque Él tuvo los mismos problemas que nosotros, solo que Él nunca pecó.  Jesús tuvo varios hermanos menores.  Él puede ayudarte a ser bondadoso y amar a tu hermanita”.

Manolo asintió y se sentó junto a su madre.  “Está bien”, indicó.  “Oremos por eso”.  —  ANNIKA KLANDERUD

JESÚS ENTIENDE

VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 4:15 (NTV)

NUESTRO SUMO SACERDOTE [JESÚS] COMPRENDE NUESTRAS DEBILIDADES, PORQUE ENFRENTÓ TODAS Y CADA UNA DE LAS PRUEBAS QUE ENFRENTAMOS NOSOTROS, SIN EMBARGO, ÉL NUNCA PECÓ.

¿Crees que Jesús experimentó el mismo tipo de problemas que tú?  ¿O te imaginas que Él está en el cielo, lejos de todos los problemas que hay aquí en la tierra?  Jesús es el hijo de Dios y el Creador de todo, pero nació como un bebé y creció, igual que nosotros.  Él entiende nuestros problemas porque vivió por situaciones parecidas, pero nunca pecó.  Ora por tus problemas y confía en que Él te ayudará a mostrar Su amor en toda situación.

Clave de Hoy
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