Redecoración bien pensada
Mamá observó detenidamente la habitación de Alicia con admiración. “No puedo superar lo bello que se ve tu cuarto desde que arrancamos ese horrible papel tapiz verde y pintamos las paredes”.
“¡Es verdad!”, exclamó la niña. “Nos costó mucho trabajo, sin duda, pero me encanta cómo se ve mi nueva habitación con la pintura lila y los marcos blancos en los cuadros”.
Su madre sonrió. “¿Estás lista para ir mañana a comprar tus implementos para la escuela?”
Alicia arrugó su frente. “Supongo que sí”, balbuceó.
“¿Qué pasa, hijita? Normalmente te emociona ayudarme a hacer las compras para la escuela”, afirmó su madre.
“No es eso”. La niña dejó escapar un fuerte suspiro. “Es que estoy muy nerviosa de comenzar en una nueva escuela. ¿Qué tal si no me gusta o no logro hacer amigas? ¿Qué pasa si hago algo torpe el primer día y todos se ríen de mí?”
Mamá reflexionó un momento mientras daba toquecitos suaves en la frente de su hija con el dedo. “Me parece que necesitas una redecoración aquí adentro”.
Alicia se veía confundida. “¿Ah? ¿De qué estás hablando, mamá?”
Su madre se sentó a su lado. “Bueno, ¿tus pensamientos de lo que podría pasar son hechos que ocurrieron de verdad?”
“No”, admitió la niña de mala gana. “Supongo que no”.
“Cuando eras más chiquita y tenías pesadillas, venías corriendo, asustada, a pesar de que tus sueños no eran reales. Orábamos para que Jesús te ayudara a pensar en lo que es bueno y verdadero, como dice en Filipenses, para que así dejaras de pensar en tu pesadilla y pudieras volver a dormir”.
Alicia se quedó meditando un minuto. “Entonces, ¿necesito redecorar las paredes de mi mente al arrancar mis ideas del miedo a lo que no ha pasado y pintarlas con pensamientos verdaderos y buenos?”
“Exactamente”, aseguró su madre. “¿Cómo crees que podrías hacerlo?”
La niña hizo una pausa. “Bueno, sé que cuando confié en Jesús para que sea mi Salvador, Él prometió que nunca me dejará, sin importar lo que pase… o cuán torpe yo sea”.
Mamá sonrió. “Sí, y también promete que te ayudará a vivir según la verdad de Su Palabra, la Biblia. Arrancar ese viejo papel tapiz no fue fácil, y tampoco es fácil cambiar nuestros pensamientos. Yo también lucho con eso con frecuencia”, admitió. “Pero así como te ayudé a rehacer tu habitación, el Espíritu Santo te ayudará a redecorar tu mente con la verdad de Jesús”. — ELISE JOHNSON
PIENSA EN LO QUE ES BUENO Y VERDADERO
VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 4:8 (NTV)
CONCÉNTRENSE EN TODO LO QUE ES VERDADERO, TODO LO HONORABLE, TODO LO JUSTO, TODO LO PURO, TODO LO BELLO Y TODO LO ADMIRABLE.
¿Te pones a pensar frecuentemente en lo que podría pasar? ¿Te preocupa que no te acepten en el equipo de fútbol o que nadie en tu nueva iglesia quiera darte su amistad? En vez de preocuparte por lo que no ha sucedido, Dios te dice que pienses en lo que es verdadero y en lo que es bueno, por ejemplo, las promesas de Su Palabra. Si conoces a Jesús, Él te ha salvado del pecado y promete que siempre estará contigo. Concentra tus pensamientos en su verdad.
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