La vestimenta apropiada

“¡Felipe!”  El padre golpeó la puerta de la habitación de su hijo.  “¿Quieres venir conmigo a montar bicicleta?”

El niño abrió la puerta, cubierto con su bata de baño.  “Claro”, contestó.  “Solo dame un minuto para vestirme.  Acabo de salir de la ducha”.

Felipe fue corriendo al garaje, donde su padre le estaba esperando.  “Oh, no”, exclamó.  “Olvidé mi casco”.  El niño entró apurado a la caza y tomó su casco para montar bicicleta.  “Ahora sí, papá.  ¡Vamos!”, le dijo al regresar.

Papá se apoyó en su bicicleta.  “¿Estás seguro de que ya estás listo?”, preguntó.  “¿Ya tienes toda la vestimenta apropiada para hacer deporte?”

“Creo que sí”, respondió Felipe.  “Tengo mis pantaloncillos de ciclismo, mis zapatos deportivos y mi casco, así mi cabeza estará protegida en caso de algún accidente.  Me parece que ya estoy listo”.

“¡Muy bien!”, señaló el padre, sonriendo a su hijo.  “Es como lo que leímos anoche en la Biblia, ¿no crees?”

“¿La Biblia?”, preguntó Felipe.  “¡Oh, sí!  Lo recuerdo.  ¿Te refieres a los versículos que hablan de vestirnos con la armadura de Dios?  Incluso se menciona un casco, ¿no es así?”

“¡Correcto!”, afirmó el padre.  “El casco de la salvación es una parte importante de la armadura.  Si queremos estar vestidos apropiadamente y preparados para las experiencias que tendremos cada día, necesitamos ponernos toda la armadura que Jesús nos provee.  Eso es más importante que vestirse apropiadamente para salir a montar bicicleta”.

Papá y Felipe pedalearon sus bicicletas para salir del garaje.  Mientras avanzaban, trataban de recordar las demás partes que componen la armadura de Dios.

“Está el cinturón de la verdad”, indicó Felipe.  “Y la coraza de la justicia”.

“Y el calzado de la paz, el escudo de la fe”, agregó el padre.

“Y la espada del Espíritu”, expresó Felipe.  “Esa espada es la Biblia”.

Papá asintió.  “Cada parte de la armadura nos recuerda la verdad de lo que Jesús hizo por nosotros.  Él murió y resucitó para que seamos salvos del pecado y tengamos nueva vida en Él.  Cuando nos ponemos cada parte de la armadura de Dios, eso nos ayuda a permanecer firmes frente a las mentiras del diablo y a recordar quiénes somos en Jesús”.

Felipe sonrió.  “Pero me alegra que sea una armadura espiritual.  ¡Sería muy difícil montar bicicleta si tuviéramos que usar de verdad ese tipo de armadura!”  —  NANCY J. FARRIER

VÍSTETE CON LA ARMADURA DE DIOS

VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 6:11 (NBV)

VÍSTANSE DE TODA LA ARMADURA QUE DIOS LES HA DADO, PARA QUE PUEDAN HACER FRENTE A LOS ENGAÑOS ASTUTOS DEL DIABLO.

¿Te vistes con cuidado con la ropa apropiada para ir a la escuela, la iglesia o a hacer deporte?  Para que tu vestimenta sea apropiada, también necesitas la armadura de Dios.  Jesús te ha provisto cada parte: la salvación, la verdad, la justicia, la paz, la fe y Su Palabra, la Biblia.  Asegúrate de prepararte bien para cada día al vestirte con la armadura que Él te ha provisto.

Clave de Hoy
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