Rayos X

Benicio se trepó a la silla del dentista, inclinó su cabeza para atrás y abrió la boca lo más que pudo para que la asistente dental pudiera limpiar, pulir y pasar el hilo dental a sus dientes.  Cuando ella terminó, el doctor Escobar entró y lo revisó para ver si había caries.  “Encontré una caries pequeña”, afirmó después de examinar la boca del niño.  “Ahora voy a tomar unos rayos X de tus dientes, en caso de que haya algún problema que no pueda ver solo con mis ojos”.

Los rayos X mostraron que Benicio tenía una caries más.  Su madre sacó una cita para que le hicieran las respectivas calzas y se dirigieron a su hogar.

Esa noche, Benicio le contó a su papá de su visita al dentista.  “El doctor Escobar me dio un nuevo cepillo de dientes”, comentó el niño.  “Dice que, si me lavo muy bien dos veces al día, no tendré ninguna caries la próxima vez que vaya a hacerme la limpieza de los dientes”.  Benicio frunció el ceño.  “Pero no sé por qué tuvieron que enviarme a los rayos X.  ¡Ahora necesito dos calzas en vez de una!”

“Es verdad”, afirmó mamá, “pero la segunda caries hubiera aparecido en poco tiempo de todos modos.  Para ese entonces, habría estado mucho más grande y necesitarías una calza más grande, en vez de una chiquita.  Incluso pudiera haber causado que te doliera el diente.  Así que es bueno que el doctor Escobar haya encontrado esa caries ahora”.

Su padre asintió.  “Los rayos X son de gran ayuda.  Nos muestran lo que han bien adentro, donde no podemos ver.  La Biblia hace lo mismo”.

“¿Sí?”, preguntó Benicio, sorprendido.

“De cierta manera, sí”, explicó papá.  “Dios la usa para examinar nuestros corazones y mostrarnos cuánto necesitamos a Jesús.  Una de las cosas que hace la Biblia es hacernos ver dónde hay pecado en nuestras vidas… y también nos dice cómo corregir el problema”.

“Cuando reconocemos nuestro pecado, podemos acudir a Jesús y pedirle que nos perdone.  Luego confiamos en que Él nos ayudará a hacer lo correcto”, agregó mamá.

Benicio meditó en esas palabras.  “Supongo que sí fue bueno que el doctor Escobar haya sacado esos rayos X”, admitió.  “Si no hubiera encontrado mi segunda caries, el problema habría sido peor”.  El niño sonrió a sus padres.  “Y me alegra que Dios nos haya dado la Biblia para que sepamos cómo arreglar nuestro problema con el pecado”.  —  JAN L. HANSEN

LA PALABRA DE DIOS MUESTRA LO QUE HAY EN NUESTROS CORAZONES

VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 4:12 (NVI)

LA PALABRA DE DIOS ES VIVA Y PODEROSA… JUZGA LOS PENSAMIENTOS Y LAS INTENCIONES DEL CORAZÓN.

¿Lees la Biblia para ver qué te dice?  Como los rayos X, esta revela cosas en nuestro interior que no podemos ver, por ejemplo, las malas actitudes, pensamientos crueles y deseos egoístas.  La Biblia nos muestra el pecado en nuestros corazones, pero también nos habla sobre Jesús, el cual murió para salvarnos del pecado.  Cuando veas pecado en tu vida, confiésalo delante de Jesús y pídele perdón.  Ahora, obedécelo.

Clave de Hoy
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