¿Qué estás esperando?

Adela no se mantuvo quieta en todo el culto de Navidad.  Permanecer sentada era tan difícil, especialmente cuando una no estaba interesada en lo que el pastor estaba diciendo.  La niña quería llegar a casa y abrir los regalos.  Lo gracioso era que estaba más emocionada por el regalo de su hermana que por el suyo.  Abigaíl había pedido un equipo completo para hacer películas, con efectos de vídeo y sonido.  Adela se moría por hacer películas con su hermana.

Pero el pastor seguía hablando y diciendo que el mejor regalo era el bebé que nació en Belén.  Adela torció los ojos.  Era de lo único que hablaban en la iglesia.  Ella suponía que algún día confiaría en Jesús… cuando no tuviera nada mejor que hacer.

“Me gustó lo que dijo el pastor Pedro hoy”, comentó más tarde Abigaíl, mientras comían panes de canela.

“¿Podemos abrir ya los regalos?”, preguntó Adela.  “Estoy cansada de hablar de la iglesia. Ya pensaré en eso cuando sea mayor”.  Ella fue a traer el regalo de Adela que estaba debajo del árbol.  “Aquí está el tuyo, hermana.  ¡Quiero ver cómo lo abres!”

Abigaíl se acomodó en el sillón.  “Estoy muy ocupada y no puedo abrirlo ahora”.

“¡Abigaíl!”  Adela haló el brazo de su hermana.  “Ábrelo”.

La niña tomó el libro que estaba leyendo.  “Primero quiero acabar este capítulo, quiero saber qué pasa”.  Y empezó a leer.

Adela dio un pisotón.  “¡Abigaíl!”  Ella miró a sus padres, quienes se encogieron de hombros y siguieron comiendo sus panes de canela en la mesa.  ¿Acaso su familia se había vuelto loca?

“Estaba pensando”, contó Abigaíl, “que quizá lo abra cuando sea mayor.  ¿Qué te parece?  Quizá cuando tenga 18 años.  Entonces abriré mi regalo”.

Adela miró a su alrededor y se dio cuenta de que todos la estaban mirando.  “Oh”, exclamó, cuando finalmente entendió.  “Me están demostrando lo ridícula que soy por no aceptar ahora el regalo de Dios en Jesús y decir que lo pensaré después”.

“Correcto”, señaló su padre.  “El regalo de Dios de Su único Hijo, el cual se hizo humano y murió y resucitó para salvarnos del pecado, es mucho más importante que cualquier otro regalo que haya bajo el árbol”.

“Creo que sí he sido un poco insensata”, admitió Adela.  “Sé que no debería esperar para confiar en Jesús”.

“¿Qué tal si confías en Él ahora mismo?”, preguntó mamá.  “Ese sería el mejor regalo de Navidad de tu vida”.  —  LINDA M. WEDDLE

EL REGALO DE DIOS ES EL MEJOR DE TODOS

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 5:24

EL QUE OYE MI PALABRA Y CREE AL QUE ME ENVIÓ, TIENE VIDA ETERNA Y NO VIENE A CONDENACIÓN, SINO QUE HA PASADO DE MUERTE A VIDA.

¿Has oído de Jesús por familiares o gente de la iglesia, pero en realidad no has pensado en lo que Su muerte y resurrección significan para ti?  Quizá has resuelto pensar en eso cuando seas mayor.  ¿Para qué esperar?  Jesús es el mejor regalo que una persona puede recibir y el mejor momento para acetar un regalo es AHORA.  ¡Confía en Jesús hoy, que es Navidad!  (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Jesús tiene para ti).

Clave de Hoy
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