Poquito para dar

—Gracias por ayudarme a hacer este pan para la cena, Tati —expresó su madre mientras mezclaba la sal con la harina.

—De nada —contestó Tati con el ceño fruncido.

—¿Qué pasa? —preguntó mamá—.  A ti te encanta hornear.

—Estaba pensando en nuestros vecinos —la niña suspiró—.  Desde que el papá de Jairo se enfermó, ya no lo veo jugando afuera y siempre se ve triste en la escuela.

—Bueno, ¿qué te parece si les llevamos un poco de este pan cuando terminemos?

—Pero no podemos hacer que su papá mejore.  ¿Cómo puede este pan hacer la diferencia?

Mamá se quedó pensativa mientras medía una taza de agua.

—Puede ser difícil cuando no sentimos que lo que hacemos es suficiente.  ¿Podrías traer la levadura?

Tati le llevó un frasco a su madre.

—¿Qué le hace esto al pan?  Se ve como arena y tu receta no tiene muchos ingredientes.

—La levadura es extraña —afirmó su madre—.  Pero a pesar de que no parece importante, sin levadura, el pan sería aplastado y denso —ella mezcló una cucharada de harina en la masa.

Tati se veía confundida.

—¿Le pones tan poquito?  Si es tan importante, ¿por qué no tienes que ponerle más levadura?

—A pesar de que la levadura es pequeña, ¡un poquito alcanza para mucho! —mamá sonrió y empezó a amasar el pan—.  La levadura crece y hace que toda la masa crezca —la madre hizo una pausa en la amasada—.  Eso me hace pensar en cómo te sientes.  ¿Recuerdas esa historia en la Biblia sobre el niño que le dio su almuerzo a Jesús?

Tati asintió.

—Sí, la leí en mi devocional esta mañana.  Miles de personas tenían hambre, pero él solo tenía un pequeño almuerzo para compartir.

—Así es —indicó la madre—.  A pesar de que no tenía mucho para dar, confió en Jesús con lo que tenía, ¡y el Señor multiplicó esa comida para alimentar a miles de personas!  No importa cuántos años tengas o cuánto poseas.  Jesús puede usar los actos de amor más sencillos y pequeños para que Su Reino crezca… ¡así como un poquito de levadura hace que toda la masa crezca!

—¿En serio? —los ojos de Tati brillaron—.  Bueno, entonces haré una tarjeta para entregarla con el pan, y así recordarle a la familia de Jairo que Jesús los ama y que pueden confiar en que Él estará con ellos durante este tiempo difícil.

Mamá sonrió.

—¡Esa es una excelente idea!

ABBY CIONA

COMPARTIR EL AMOR DE JESÚS CAMBIA VIDAS

VERSÍCULO CLAVE: LUCAS 13:20-21 (NIV)

[EL REINO DE DIOS] ES COMO LA LEVADURA QUE UNA MUJER TOMÓ Y MEZCLÓ CON UNA GRAN CANTIDAD DE HARINA, HASTA QUE FERMENTÓ TODA LA MASA.

¿Alguna vez has sentido que eres demasiado pequeño para hacer la diferencia o que tus acciones son demasiado insignificantes para ayudar a otros?  Tienes que saber que Jesús usa aun los actos de amor más pequeños para cambiar vidas.  Busca la forma de ayudar y animar a otros, y demuéstrales el amor de Jesús.  ¡Hay que el Reino de Dios crezca!

Clave de Hoy
0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *