Pero ¿qué pasa si…?

El estómago de Tricia se contrajo por los nervios y sus ojos se llenaron de lágrimas.  “Adiós, Villanueva”, susurró.  “Te echaré de menos”.  El padre de Tricia había conseguido hace poco un trabajo en otro estado y su familia se estaba mudando.

“A ver, hijos, es hora de entrar a la furgoneta”, llamó papá.  “Tenemos un largo viaje por delante”.

El hermano de Tricia, Carlos, gritó de emoción.  “¡Yupi!  Esta será una aventura”, chilló.  “Estoy tan feliz de que nos mudemos a la costa.  ¡Podremos ir a la playa durante todo el verano!”

Tricia estaba enojada.  ¿Por qué su hermano estaba tan feliz cuando estaban dejando atrás todo lo que les era familiar?

Mamá notó la expresión de Tricia.  “¿Qué pasa, hijita?”, preguntó.

Tricia irrumpió en llanto.  “Tengo tanto miedo.  Nos estamos mudando tan lejos de nuestro hogar.  ¿Qué pasa si viene un huracán y tenemos que evacuar?  ¿Qué pasa si a alguien le pica una serpiente venenosa?  ¿Qué pasa si no hago nuevos amigos en la escuela?”

“Tricia, ¿sabes qué hay delante de cada una de esas preguntas que acabas de hacer?  Tres palabritas: ‘qué pasa si…’  Hijita, Dios no quiere que tengamos un espíritu de temor.  Lamentablemente, vivimos en un mundo quebrantado y a veces pasan cosas malas.  Pero no podemos vivir encerrados en una concha porque tenemos miedo de lo que podría pasar”.  Mamá abrazó fuertemente a la niña.  “¿Recuerdas cuando tu papá y yo te llevamos al parque de diversiones por tu cumpleaños?  Tenías miedo de la montaña rusa porque creías que podrías caerte o enfermarte.  Pero cuando finalmente lo intentaste, fue una de tus atracciones favoritas”.

Tricia sonrió.  “Sí, ¡una vez que me subí, me divertí mucho!”

“Muchas veces, el miedo que hay en nuestros corazones nos hace más miserables que el problema en sí mismo”, explicó su madre.  “Pero no tienes que vivir asustada, porque Jesús siempre está contigo.  Él te salvó del pecado y de la muerte, las cosas más aterradoras del mundo, y promete cuidar de ti.  Confía en que Él te ayudará cuando tengas miedo”.

Tricia asintió.  “Gracias, mamá.  ¡No volveré a dejar que el miedo a las cosas que no han pasado me impida que disfrute la vida! — MADISON BLIZZARD

NO TENGAS MIEDO DE LO QUE PODRÍA PASAR

VERSÍCULO CLAVE: 2 TIMOTEO 1:7

PORQUE NO NOS HA DADO DIOS ESPÍRITU DE COBARDÍA, SINO DE PODER, DE AMOR Y DE DOMINIO PROPIO.

¿Luchas con el miedo de las cosas que podrían pasar?  Es fácil dejar que nuestros temores eviten que disfrutemos de la vida, pero no es así como Jesús quiere que vivamos.  Él nos salvó para que podamos disfrutar la vida que nos ha dado.  Disfruta de las bendiciones que Jesús ha traído a tu vida y confía en que Él se encargará de lo que pueda ocurrir en el futuro.

Clave de Hoy
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