Pánico escénico

Simona suspiró cuando oyó cuál era su tarea de Lengua.  “Todos darán un discurso corto la próxima semana”, explicó la señorita Holguín.  “Elijan cualquier tema que sea de su interés y prepárense para hablar del mismo por dos minutos”.

Después de la clase, Simona se acercó a su maestra.  “Por favor, no me haga dar un discurso, señorita Holguín.  ¡No puedo hablar en frente de las personas!”

Su maestra sonrió bondadosamente.  “El pánico escénico es natural, Simona.  Estoy segura de que lo harás bien”.

La niña negó con la cabeza.  “¡Lo echaré a perder!  ¡Sé que será así y los demás niños se burlarán de mí!”

“No te preocupes tanto de lo que piensen los demás, Simona”, contestó la señorita Holguín.  “Cambia tu enfoque para que estés con los ojos fijos en ti misma y concéntrate a ayudar a tu audiencia para que aprenda algo nuevo”.  Simona todavía se veía insegura.  “¡Y practica!”, agregó la maestra.  “Practica frente a un espejo y recita tu discurso frente a tu familia.  Eso te ayudará”.

Cuando la niña llegó a casa, compartió sus temores con su madre.  “¿Sabes una cosa?”, indicó mamá.  “De cierta manera, yo también sufro de pánico escénico.  A veces siento que Jesús quiere que le hable a alguien sobre Él, pero me pongo nerviosa, me preguntó qué palabras decir y qué pensará esa persona de mí.  Me has ayudado a darme cuenta de que, en lugar de enfocarme en mí misma, tengo que seguir la guía de Dios y ayudar para que esa persona conozca más sobre quién es Él”.  La madre sonrió a su hija.  “Oremos la una por la otra.  El Señor nos ayudará a ambas”.

Cuando llegó el día en que Simona tenía que dar su discurso, este tragó con dificultad y caminó hacia el frente.  “Mi tema”, comenzó con una voz temblorosa, “es el pánico escénico.  En verdad me siento como una experta en este tema”.  Los niños rieron porque les gustó su humor, y la niña empezó a sentirse mejor.  Habló sobre las causas del pánico escénico y mencionó a personas famosas que luchan con eso.

“No estuvo tan mal, después de todo”, le contó Simona a su madre esa tarde.  “Sé que Dios me ayudó y estoy agradecida”.

“Él también me ayudó con mi pánico escénico.  Hoy pude hablar con el señor Benítez sobre Jesús”, contó mamá mientras abrazaba a su hija.  “Me alegra que Dios siempre estará con nosotras y nos ayudará a hablar en situaciones que nos dan temor”.–  SHERRY L. KUYT

JESÚS TE AYUDARÁ A HABLAR SOBRE ÉL

VERSÍCULO CLAVE: ÉXODO 4:12

AHORA PUES, VE, Y YO ESTARÉ CON TU BOCA, Y TE ENSEÑARÉ LO QUE HAS DE HABLAR.

¿Te da nervios cuando tienes que hablar frente a un grupo de gente?  Conversa con Dios sobre eso.  Él se preocupa por ti y te ayudará con cualquier lucha que tengas.  ¿También te da nervios cuando tienes la oportunidad de contar a uno de tus amigos sobre Jesús?  Él te ayudará también con eso.  Hace mucho tiempo, Dios le prometió a Moisés que le mostraría qué decir.  Confía en que Él te ayudará a encontrar las palabras precisas cuando Él quiera que hables.  Después déjale los resultados a Él.

Clave de Hoy
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