¡Palabras al rescate!

Los rayos del sol dejaban sentir su calor mientras el agua se mantenía fría. Era la tarde perfecta en la piscina comunitaria e Isabella tenía a cada una de sus mejores amigas sentadas a cada lado. Las niñas se lanzaron al agua simultáneamente. Salieron a la superficie para tomar aire, riendo mientras sus cabezas se mecían en las ondas.

—¡Juguemos a que estamos en el océano! —exclamó Pamela.

—¡Sí! Y nuestro barco quedó destruido después de una tormenta —sugirió Balbina—. ¡Miren! Nademos hacia ese flotador y digamos que es nuestra balsa.

Todas estuvieron de acuerdo, entusiasmadas, y empezaron a fingir que lloraban y decían cosas como: «¡Oh, no! ¡Hemos naufragado!», mientras nadaban hacia la «balsa».

Cuando las niñas estuvieron a bordo, la capitana Isabella se dirigió a su tripulación:

—¡Ahora debemos gritar pidiendo ayuda lo más fuerte que podamos!

—¡Sí, capitana! —exclamaron Pamela y Balbina.

Isabella contó:

—Tres, dos, uno…

—¡AYUDA! —gritaron las tres—. ¡Auxilio! ¡Socorro!

De repente, antes que se dieran cuenta, un salvavidas levantó a las tres niñas y las llevó a un costado de la piscina.

—¿Qué pasó? —les preguntó el salvavidas.

Isabela explicó mientras el agua le chorreaba por todos lados.

—Lamento mucho haberlo asustado. Solo estábamos jugando. ¡No fue nuestra intención!

—Ah —dijo el salvavidas—. ¿Saben, niñas? Alunas palabras son más poderosas que otras. «Auxilio» es una palabra que solo usamos cuando en verdad estamos en peligro. Imagínense si había alguien que realmente necesitaba un rescate mientras yo estaba aquí ocupado con ustedes. Qué feo sería eso —él se sentó en sus talones—. De hoy en adelante, ¿prometen las tres tener cuidado con la palabra «auxilio»?

Las niñas asintieron solemnemente y el salvavidas las llevó de regreso a la piscina.

Cuando volvieron a meterse en el agua, Isabella habló:

—Esto me recuerda algo que dijo mi abuela sobre usar el nombre de Dios. Ella dice que es un nombre santo, lo que significa que es muy especial. Me explicó que solo debe usarse por cosas como alabar a Dios, hablar con Él o contar a otros sobre Jesús y lo que hizo para salvarnos.

—Tienes razón —aseguró Pamela—. «Auxilio» es una palabra especial y el nombre de Dios es el más especial de todos.

DANIELLE J. BROWN

EL NOMBRE DE DIOS ES ESPECIAL

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 10:13

TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERÁ SALVO.

¿Sabías que el nombre de Dios es una palabra especial? Somos salvos de nuestros pecados cuando invocamos el nombre de Jesús. Es importante que usemos Su nombre con cuidado. Como cristianos, tenemos una relación especial con Dios que nos permite alabarlo, conversar con Él y compartir con los demás las Buenas Nuevas de Su amor salvador. El Señor es nuestro Rey, así que debemos respetar el poder del santo Nombre a través del cual somos salvos.