Oscuridad y luz

—¿Terminaste tu tarea? —preguntó la mamá de Genoveva una noche, después de la cena.

—Sí —contestó la niña—. Pero ¿sabes una cosa, mamá? Me gusta nuestro nuevo apartamento, pero desearía haberme quedado en mi vieja escuela. Creo que no hay ni un solo niño en mi clase que vaya a la iglesia, excepto yo. Parecen buenas gentes, pero extraño tener amigos cristianos en la escuela.

Su madre asintió mientras abría la puerta de la alacena y sacaba una linterna y un bombillo de luz.

—El bombillo de luz del baño se quemó —le dijo—. Es muy oscuro para ver bien ahí; ¿podrías, por favor, sostener la linterna para que pueda ver?

—Bueno —aceptó Genoveva. Ella tomó la linterna y la encendió.

—¿Los niños de la escuela saben que eres cristiana? —preguntó mamá.

—Bueno, no les he dicho nada —admitió Genoveva—. No estoy segura de lo que pensarían de mí —ella suspiró—. Era mucho más fácil ser cristiana en mi vieja escuela —ella apuntó la linterna para que su madre pudiera sacar la vieja bombilla y la reemplazara con una nueva.

—Hija —indicó mamá cuando regresaban a la cocina—, ¿dónde se necesitaba la linterna? ¿En la cocina o en el baño?

—En el baño —respondió Genoveva—. Ahí estaba oscuro.

—Correcto —afirmó su madre—. Jesús dijo que debemos dejar que nuestra luz brille para Él y que es más necesaria en los lugares oscuros, como la escuela en la que estudias ahora, y también este complejo de apartamentos. He conversado con algunos de nuestros vecinos y creo que ninguno de ellos conoce al Señor —mamá guardó la linterna en la alacena—. ¿Por qué no invitas a una de las niñas de tu escuela para que venga a cenar uno de estos días? —sugirió—. Cuando ella te conozca mejor, empezará a ver que vives de manera diferente de lo que ella está acostumbrada, y podría querer saber más sobre eso.

—Está bien —expresó Genoveva—. Intentaré primero con Rumi, ella es muy agradable.

—Muy bien —dijo mamá—. Y también veamos cómo puedes involucrarte en nuestra nueva iglesia. Eso te ayudará a conocer algunos amigos cristianos que pueden apoyarte y animarte mientras haces brillar tu luz para Jesús.

MARY ROSE PEARSON

DEJA QUE TU LUZ BRILLE

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 2:15

USTEDES RESPLANDECEN COMO LUMINARES EN EL MUNDO.

¿Hay niños en tu vecindario o escuela que no conocen a Jesús? ¿Es difícil para ti hablar y contar a las personas que eres cristiano? Recuerda, si hay mucha oscuridad espiritual a tu alrededor, ahí es exactamente donde debes permitir que tu luz brille para Jesús. Deja que tu luz brille a través de tu obediencia, honestidad, bondad, perdón y al aprovechar cada oportunidad que tengas para hablar a otros acerca de Jesús.

Clave de Hoy
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