Nunca estás sola
Irina miró por la ventana a la casa de sus vecinos de enfrente. Su ventana seguía rota por el robo del día anterior. Los vidrios rotos hacían basura en el porche. El ladrón robó todas las joyas de los Martínez, además de los dispositivos electrónicos. La policía todavía no atrapaba al delincuente. ¿Y si el ladrón regresaba al vecindario? ¿Qué tal si se metía en su casa? Irina temblaba solo de pensarlo.
“¿Tienes frío?”, preguntó una voz por detrás.
Irina saltó del susto, pero vio que era su hermana mayor, Rosa. La niña suspiró de alivio. “No tengo frío”, contestó.
“Entonces, ¿por qué estás temblando?”, preguntó Rosa, espiando por la ventana de su hermana. “¿Todavía estás preocupada por lo que pasó con los Martínez?”
Irina se mordió el labio y asintió. “Tengo miedo de estar sola en la casa después de la escuela. ¿Y la próxima vez el ladrón entra en nuestra casa?”
Rosa se sentó en la cama de su hermana. “No tienes miedo cuando papá está aquí, ¿cierto?”
“No. Me siento a salvo cuando papá está en casa”, respondió Irina antes de sentarse junto a su hermana en la cama.
“¿Por qué?”
“Porque sé que él me ama y me protegerá”, replicó Irina.
“Por supuesto. Papá ama mucho a sus hijos y hará lo que sea para guardarlos del mal”, aseguró Rosa. “Pero tenemos un Padre mucho más grande y poderoso que papá”.
“¿En serio?” Irina arrugó las cejas.
“¡Sí! La Biblia nos dice que, debido a que confiamos en Jesús, Dios es nuestro Padre celestial. Él te ama tanto… mucho más de lo que nuestro papá podría amarte. Él es mucho más poderoso de lo que papá podría ser”. Rosa se acercó más a su hermanita menor. “Y siempre está contigo, aun cuando nuestro padre no esté cerca”.
“Entonces, cuando estoy sola, ¿no estoy sola en verdad?”, preguntó Irina.
“¡Exactamente! No debemos tener miedo porque Dios siempre está con nosotras. Eso no significa que no nos pasarán cosas malas, pero no debemos vivir con miedo, porque somos Sus hijas y Él siempre cuida de nosotras”. Rosa le dio un abrazo a su hermana. “Dios promete que siempre nos cuidará, pase lo que pase”.
Irina sonrió. “Entonces creo que ya no me molestará tanto estar sola en la casa”.
“Muy bien”, exclamó Rosa. “Cuando tengas miedo, recuerda que nunca estás sola. Dios siempre está contigo”. — EMILY GWALTNEY
DIOS SIEMPRE ESTÁ CONTIGO
VERSÍCULO CLAVE: DEUTERONOMIO 31:6
EL SEÑOR TU DIOS ES EL QUE VA CONTIGO; NO TE DEJARÁ NI TE DESAMPARARÁ.
¿Alguna vez te has sentido solo o con miedo? Ya sea que te asusten las tormentas, las serpientes o llegar a la casa cuando no hay nadie más, recuerda que Dios siempre está contigo. Él te ama y nunca te dejará para que afrontes ninguna situación por tu cuenta. Incluso cuando sucedan cosas malas o temibles, Dios promete que estará contigo y te ayudará a salir de eso. Así que, no tengas miedo. Confía en que Dios cuidará de ti.
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